El 20 de diciembre de 1989, Estados Unidos lanzó la operación militar denominada "Causa Justa" (Just Cause), una intervención a gran escala en territorio panameño que marcó un antes y un después en la geopolítica de América Latina y el control del Canal de Panamá.
Bajo las órdenes del entonces presidente George H.W. Bush, más de 27 mil soldados estadounidenses fueron desplegados con cuatro objetivos principales:
Capturar a Manuel Antonio Noriega: El líder militar panameño, quien había sido aliado de la CIA, era solicitado por la justicia de EE. UU. por cargos de narcotráfico y lavado de dinero.
Restaurar la democracia: El régimen de Noriega había anulado las elecciones de ese mismo año.
Proteger el Canal de Panamá: Garantizar la seguridad de la vía interoceánica bajo los Tratados Torrijos-Carter.
Seguridad de los ciudadanos: Proteger a los estadounidenses residentes en la Zona del Canal tras incidentes violentos previos.
La invasión comenzó en la madrugada con el bombardeo de puntos estratégicos, siendo el barrio de El Chorrillo uno de los más afectados debido a su proximidad con el "Cuartel Central" de las fuerzas panameñas. Noriega logró evadir la captura inicial, refugiándose en la Nunciatura Apostólica, pero finalmente se entregó el 3 de enero de 1990.
Consecuencias
Aunque las cifras oficiales de Estados Unidos hablaron de unos 500 muertos, organismos de derechos humanos y comisiones locales estiman que las víctimas civiles podrían contarse por miles. Además, se desmantelaron las Fuerzas de Defensa de Panamá y se instauró el gobierno de Guillermo Endara, quien había ganado las elecciones previas.
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