Una familia venezolana en EE. UU. que decidió "autodeportarse" por miedo al arresto y que le separaran de los niños, vive un drama para poder regresar a Venezuela, al punto incluso de considerar que es más fácil llegar a la nación norteamericana que retornar a su país de origen.
Mayerlin Villalobos, la madre del grupo familiar, comentó que por más de un año vivieron en California tras arribar a ese país.
"Nos dio miedo que, en un momento dado, nosotros estuviéramos trabajando y los niños en el colegio, nos fueran a agarrar y quedáramos separados de nuestros pequeños", narró en entrevista a Univisión.
Cuenta que tenían permiso de trabajo gracias al proceso de TPS. Sin embargo, un error los colocó en deportación. "No pudimos asistir a una corte que teníamos con la jueza y automáticamente nos pusieron la orden de deportación", dijo la jefe de la familia venezolana.
Fue así como empezó la odisea para retornar al sur del continente, rumbo a Venezuela. "Ha sido más difícil regresar", respondió, cuando se le preguntó sobre qué era más complicado.
Encerrados en una Isla de Panamá
Mayerlin y el resto de la familia venezolana estaban varados en una casa situada en una isla de Panamá. Allí esperaban a una lancha que los llevara a la frontera con Colombia. La mujer cuenta que, por el sufrimiento de sus hijos, se arrepiente de salir de Venezuela.
"Si yo pudiera borrarle la memoria a mis hijos, lo hiciera en absolutamente de todo, desde el inicio del viaje», apuntó. Mientras, su hija, de 10 años, dijo que el «sueño americano" y la frontera le asustan.
La familia venezolana comentó que su plan inicial era volar hasta Colombia, pero las autoridades migratorias de México les prohibieron abordar los aviones. Esta situación los obligó a viajar por Tierra.
Pese a tener miedo al mar, Villalobos manifestó que se sintieron felices, ya que las condiciones cambiaron el día que abordaron la lancha hasta dirigirse a su próximo punto en Panamá.
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