La esposa de José Antonio Ibarra, el venezolano sospechoso de asesinar a la estudiante Laken Riley, de Georgia, rompió el silencio sobre el detenido, diciendo que “no era agresivo”, no obstante, la mujer dejó claro que si las acusaciones son ciertas "debe pagar por lo que hizo”.
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Layling Franco, también venezolana y de 23 años, dijo al New York Post que ambos ingresaron a Estados Unidos de manera irregular por El Paso, acompañados de su hijo de cinco años.
En El Paso, le explicó Franco al medio, que duraron cinco días antes de viajar a Nueva York el 15 de septiembre pasado. Ibarra publicó fotografías sonrientes y despreocupadas de sí mismo en las redes sociales en Times Square y el Rockefeller Center, publicó The Post.
“Nos casamos para poder unir nuestros casos de asilo”, declaró al medio. “Él era la persona que pensé que se podía superar. Nos conocemos de toda la vida”, acotó la joven.
La mujer explicó que Ibarra, quien es oriundo del estado Miranda, era una persona tranquila y que se fue de Nueva York porque quería conseguir un mejor trabajo.
Cuando se separaron en noviembre, él se fue a Georgia a vivir con su hermano Diego, quien también fue arrestado por presentar una tarjeta verde falsa, cuando los oficiales se le acercaron por su parecido con el sospechoso.
Franco narró al Post que los cargos no reflejan al hombre tranquilo que ella conocía y que le gustaría tener la oportunidad de hablar con él.
“Él no fue agresivo, nada de eso”, dijo al medio. “Tuvimos problemas como pareja, pero nuestros problemas no eran físicos. No nos golpeábamos, pero alzábamos la voz”. “Quiero hablar con (José)”, agregó. “Tengo mucha fe en que no fue él, que hubo un malentendido en alguna parte”.
Layling Franco dijo a CNN vía mensaje de texto el domingo que no ha tenido ningún contacto con Ibarra durante meses después de separarse de él, y que reaccionó "como cualquiera lo haría en esa situación" después de enterarse de que alguien con quien una vez vivió había sido arrestado como sospechoso de asesinato.
"Me quedé en shock asimilando todo lo que se decía de él", dijo, y añadió que le gustaría sentarse con él para que le explicara "directamente lo que pasó".
Franco dijo que no sabe nada del caso y que quiere mantenerse al margen, pero expresó su simpatía por la víctima.
Comentó que ahora ve las noticias del crimen “en todas partes”. Franco no está acusada de ningún delito en relación con el caso.
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