China da un paso más en su ambicioso control del universo digital: el gobierno ha aprobado una norma que prohíbe que los creadores de contenido hablen sobre temas de salud, finanzas u otras materias técnicas sin contar con la acreditación profesional correspondiente.
Según medios chinos e internacionales, esta regulación busca poner freno a la proliferación de contenidos que, al no contar con respaldo profesional, podrían inducir a error o incluso causar daños en ámbitos sensibles como la medicina o la inversión.
El anuncio fue realizado por organismos como la National Health Commission (NHC) y la Cyberspace Administration of China (CAC), que establecieron nuevos lineamientos para regular el comportamiento de los streamers y los llamados ‘auto-medios’ cuando abordan contenidos que exigen un nivel “alto de profesionalidad”.
Bajo estas reglas, cualquier influencer que pretenda hablar de salud, finanzas, derecho o educación debe acreditar una titulación, licencia o certificación. Estas plataformas quedan encargadas de verificar los datos antes de permitir su intervención.
La motivación oficial: proteger al público del crecimiento exponencial del “contenido profesional” sin control como consejos de inversión de dudosa fiabilidad o recomendaciones médicas transmitidas sin supervisión. En el caso de la salud, la autoridad cita que más de 92 % de los 1.07 mil millones de usuarios de vídeo corto en China consumen información médica en línea.
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