La trágica muerte de Valeria Afanador, la menor de 10 años encontrada sin vida en Cajicá, ha generado una profunda conmoción y una ola de interrogantes que ponen en tela de juicio la versión oficial. A pesar de que Medicina Legal determina que la causa de muerte fue por inmersión accidental, la investigación se tambalea entre inconsistencias y misterios que la familia y sus abogados exigen esclarecer.
Una de las principales incógnitas es ¿ Por qué el cuerpo de la menor apareció en un lugar que ya había sido revisado en ocasiones anteriores? , esto, sumado al hecho de que los drones con sensores utilizados en la búsqueda no la detectaron en la zona, ha generado dudas sobre si existieron fallas en el lugar el mismo día de su desaparición. Además, el informe de la Fiscalía colombiana señala que la ropa de la niña no presentaba rasgaduras ni cortes, lo que es inconsistente con un cuerpo que ha estado en el río por varios días.

A estas contradicciones se suman otras preguntas cruciales: ¿Quién es la persona que se encontraba cerca de la niña antes de su desaparición? ¿Qué revelan los dibujos que realizó la menor en el colegio? Y, principalmente, ¿por qué la niña no tenía supervisión directa antes de desaparecer? Todas estos interrogantes apuntan a la necesidad de aclarar si existe una tercera persona involucrada y de determinar las responsabilidades en este trágico caso.
- Valeria Afanador fue reportada como desaparecida en la mañana del 12 de agosto en el Gimnasio Campestre Los Laureles, institución donde estudiaba, los hechos se dieron cerca de las 10 de la mañana. Cámaras de seguridad habrían registrado cómo la menor con síndrome de Down “ingresó a la zona de arbustos cercana a la reja que colinda con el sector del río Frío”.
- La madrugada del 13 de agosto, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, indicó que los equipos reactivaron la búsqueda de la niña desde muy temprano, después de la primera jornada de recorridos para encontrarla.
- El Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca informó que sus unidades apoyaron las labores de búsqueda con todos los equipos necesarios: drones con sensores de calor, brigadistas, buzos y perros. Unidades de bomberos de Zipaquirá, Tabio y Cajicá se sumaron a los recorridos para dar con su paradero.
- El 14 de agosto, el capitán Álvaro Farfán, delegado departamental de la institución habló con un medio de comunicación colombiano y aseguró que las autoridades descartaron en un 95% que Valeria Afanador se encontrara en el río Frío.
- El 18 de agosto, luego de marchas para pedir por la menor y visibilizar el caso, la Alcaldía de Cajicá y la Gobernación de Cundinamarca anunciaron que se aumentó la recompensa de 50 a 70 millones de pesos por información que permitiera la ubicación de Valeria. Autoridades comenzaron un peritaje de 2 metros, el cual fue aumentado a 4 metros.
- Para el 20 de agosto, más de 200 personas establecieron labores de búsqueda, no solo en Cajicá, sino en los municipios aledaños como Tabio, Zipaquirá y Chía. El cuerpo de búsqueda se desplegó por una extensa área donde se habían analizado más de 300 horas de video. Además, Interpol emite circular amarilla, alerta que comprende 194 países.
- El 21 de agosto, familiares y allegados de la joven tomaron la decisión de designar un abogado para que asumiera el seguimiento jurídico del caso con nuevas líneas ya que la investigación liderada por la Fiscalía arrojaba "escasos avances" en la búsqueda de la niña.
- El 24 de agosto se extiende la busqueda a 20 metros desde el punto de su desaparición. La operación se extendió a otros municipios y departamentos del país ante la falta de indicios.
- Para el 25 de agosto, el abogado de la familia, Julián Quintana envía una carta a la Fiscalía 01 especializada, donde se solicitó que se fortaleciera y se ampliara la búsqueda de Valeria, denunciando una posible “manipulación o alteración” del lugar en donde fue vista por última vez la menor. En consecuencia, la defensa solicitó que se investigue a la rectora del colegio y a las personas encargadas de supervisar a la niña, aludiendo a una presunta omisión en el desarrollo de sus deberes de cuidado y de garantizar la seguridad de la menor.
- A través de una carta conocida el 29 de agosto, la familia de Valeria Afanador hizo fuertes señalamientos que aluden a las autoridades en medio del caso de desaparición de la niña de 10 años. A eso, se suma el rechazo de los padres de Valeria frente a la tardanza del colegio para notificar la ausencia de Valeria. El colegio tardó tres horas en reportar la desaparición de la menor y adulteraron la escena, poniendo cemento en el agujero por donde salió la infante.
- Horas más tarde, el 29 de agosto las autoridades encontraron muerta a Valeria Afanador Castañeda, la niña de 10 años que había desaparecido bajo extrañas circunstancias en Cajicá. Fue un campesino de la región quien aproximadamente a las 3:13 p.m., reportó a un funcionario de seguridad municipal la presencia de un cuerpo en Fagua, zona rural de Cajicá.
- El 1.º de septiembre, Medicina Legal determinó que la causa de la muerte de la pequeña fue por sumersión accidental.
La investigación en torno a la muerte de Valeria Afanador está plagada de interrogantes, especialmente en relación con el manejo del caso por parte de la escuela y su director. A pesar de los esfuerzos de búsqueda, la familia y su abogado expresaron su incomodidad con la forma en que actuó el colegio.

Además, los padres lamentaron que, tras la desaparición, la escuela permitiera que los niños volvieran a clase, convirtiendo el lugar en un sitio de juegos. Otro hecho que encendió las alarmas fue un video grabado el 25 de agosto, en el que la directora del colegio aseguraba, durante una reunión de padres, que el responsable podría ser un extrabajador, al que calificó como "un enemigo" de la institución.
Este señalamiento, hecho 15 días después de la desaparición, no había sido comunicado a las autoridades, lo que generó sospechas. Aunque la directora luego se retractó, negando sus palabras, el abogado Quintana se mantuvo firme, alegando que "todo está en video".

Las dudas sobre la versión oficial se acentuaron con los hallazgos forenses y las extrañas circunstancias del caso. El cuerpo de Valeria fue encontrado en un lugar que, según el informe, había sido inspeccionado en más de 100 ocasiones, lo que se suma a la inconsistencia de que su ropa no presentaba rasgaduras.
El abogado también reveló que el cuerpo de la niña tenía dos heridas —una en el tórax y otra en la mano— que, según sus informes, se produjo cuando estaba viva. Ante estas revelaciones, el misterio se profundiza y aún se intenta deducir si un dibujo de la menor, que muestra a una persona en una canoa, tiene alguna relación con su desaparición.
ARELYS MUNDA / NAD