Este viernes 31 de enero, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, al ser preguntada por los periodistas si la visita del enviado especial de Donald Trump, Richard Grenell, a Caracas significaba que Estados Unidos reconoció a Nicolás Maduro como presidente y respondió que no.
En ese sentido, Leavitt explicó que el viaje de Grenell tiene como objetivo la liberación de los estadounidenses presos en Venezuela y que Maduro acepte los vuelos de deportación de los emigrantes venezolanos.
El gobierno de Donald Trump envió a un representante a Venezuela para exigir a Nicolás Maduro repatriar a migrantes venezolanos que, según la Casa Blanca, han cometido delitos en Estados Unidos.
"Todos los criminales y pandilleros venezolanos que han sido exportados a Estados Unidos deben ser devueltos de manera inequívoca y sin condiciones", declaró este viernes Mauricio Claver-Carone, enviado especial de Estados Unidos para América Latina a la agencia de noticias AFP.
Señaló que la petición también incluye la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela.
«Los rehenes estadounidenses que están retenidos en Venezuela deben quedar en libertad de inmediato», afirmó Claver-Carone, quien advirtió que si esto no ocurre «habrá consecuencias».
Luego de la conversación de Claver-Carone con los medios de comunicación, en las redes sociales se publicaron imágenes del momento en el que Richard Grenell llegó a Caracas: fue recibido por Jorge Rodríguez.
Washington ha enfrentado dificultades para deportar venezolanos durante años debido al deterioro de las relaciones bilaterales y, especialmente, tras la ruptura diplomática de 2019 durante el primer mandato de Trump (2017-2021), cuando Estados Unidos reconoció al opositor Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela.
Noticia al Día / El Nacional