El cardenal Juan Luis Cipriani, quien fue sancionado por el papa Francisco por un presunto caso de abuso sexual y que no puede entrar en el cónclave para elegir al nuevo pontífice por su edad, 81 años, está participando en las congregaciones generales, a pesar de las restricciones que se le impusieron.
Cipriani, arzobispo emérito de Lima y el primer purpurado de la historia del Opus Dei, fue sancionado por el Vaticano con restricciones disciplinarias que incluyen el exilio de su país natal, la prohibición de llevar símbolos cardenalicios y hacer declaraciones públicas, como explicó en su momento la oficina de prensa el Vaticano.
Sin embargo, Cipriani fue visto este domingo, con sus paramentos de cardenal, en la basílica de Santa María la Mayor, donde más de un centenar de purpurados fueron a rezar a la tumba de Francisco, después del sepelio del papa.
Preguntado sobre la presencia del cardenal peruano, el portavoz vaticano, Matteo Bruni, afirmó en su rueda de prensa diaria que “no tenía indicaciones” sobre el tema y que se informaría, aunque precisó que no se han divulgado de forma completa todas las sanciones impuestas al cardenal.
El Vaticano precisó en su momento que las sanciones se impusieron después de que Cipriani se retirara como jefe de la iglesia peruana en 2019 “como resultado de las acusaciones contra él” y que el cardenal aceptó las medidas.
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Noticia al Día con información de El Tiempo