Los incendios que arden ya por cuarto día consecutivo en Los Ángeles y sus alrededores han causado la muerte de 11 personas, quemado más de 145 kilómetros cuadrados (el equivalente a dos veces la isla de Manhattan), destrozado miles de construcciones y obligado a la evacuación de más de 150 mil personas.
Las autoridades locales han decretado este viernes un toque de queda en las zonas afectadas por los catastróficos fuegos para garantizar la seguridad pública, proteger la propiedad y evitar saqueos. Las restricciones estarán vigentes entre las 18.00 de la tarde y las 6.00 de la mañana hora local.
Unas 20 personas han sido detenidas por robos a las viviendas afectadas. Los incendios no cesan: el Eaton y el Palisades continúan descontrolados. El frente en Pacific Palisades lleva ardiendo desde la tarde del martes y se ha convertido en “uno de los desastres naturales más destructivos en la historia de Los Ángeles”, según las autoridades. Solo el 8% de sus llamas han sido contenidas. Otro incendio, el Kenneth, que se declaró la tarde del jueves, se investiga como un fuego provocado y hay un sospechoso arrestado. Este foco creció rápidamente y precipitó órdenes de evacuación obligatorias en la zona, aunque se ha logrado contener y las órdenes han sido rebajadas a advertencias.
Noticia al Día/Información de El País