La crisis migratoria venezolana sigue siendo tema de preocupación debido al incremento de las solicitudes de asilo de los venezolanos en el mundo producto de las políticas implementadas por el Gobierno desde hace más de 20 años.
En un registro presentado por Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados a mediados de 2023 se calculaba que 7,7 millones de personas venezolanas han abandonado su país en los últimos años, asimismo, 6 millones de estas personas se encuentran en América Latina y el Caribe.
Por otro lado más de un millón de solicitudes de asilo se presentaron en 2023 mientras que 230.000 personas venezolanas han sido reconocidas como refugiadas.
Un éxodo que se incrementa debido a la crisis política y económica en Venezuela que ha generado escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos. Así como la falta de seguridad y el aumento de la violencia también han impulsado la migración.
En este sentido, Acnur presenta una serie de desafíos entre los que se incluyen: países de acogida están enfrentando dificultades para brindar asistencia a la gran cantidad de migrantes. Muchos migrantes se encuentran en situación de vulnerabilidad y necesitan acceso a servicios básicos como educación, salud y vivienda.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han hecho un llamado a la comunidad internacional para que apoye a los refugiados y migrantes venezolanos.
Se necesita un plan de respuesta regional con financiamiento adecuado para atender las necesidades de estas personas.