El monte Fiji, el templo Sensoji, el Nihonbashi o las ruinas del Palacio Heijo, han puesto a Japón en el centro del mundo a lo largo de la historia. El béisbol no está alejado de esa tónica. Desde que se implementó por primera vez la palabra beisbol como "Yakyu", el crecimiento del rey de los deportes en el país nipón no es de extrañar. Toda historia tiene su protagonista. En los últimos años, Japón ha visto nacer un nuevo samurái. Shohei Othani es el samurái, el nuevo estandarte, un ser único en su especie.
A lo largo de casi 150 años de historia de las grandes ligas, muchos nombres han desfilado, entre ellos el de Babe Ruth, hasta que se dio a conocer Othani, quien es la gran sensación del beisbol y sin lugar a dudas, lo fue también en el Clásico Mundial.
Cuando sube a la lomita provoca estupor con la "bazuca" que tiene por brazo y cuando está como bateador deja a todos asombrados con sus potentes batazos. El nipón fue novato del año en 2018, MVP de la Liga Americana en 2021.
Fue el primer jugador en la historia MLB con más de diez jonrones y más de 20 estafadas y más de cien ponches propinados con más de diez apariciones como lanzador en la misma temporada, así como el primer jugador en la historia en el juego de las estrellas como lanzador y bateador titular en ambos casos.
Su padre era beisbolista aficionado y fue quien le inculcó el amor por el beisbol. Othani, con apenas 18 años, conseguía lanzamientos de 99 millas. Debutó en el profesional en 2013, cuando fue nombrado novato del año con los Fighters de la Liga Japonesa.
En 2016 las estadísticas se proyectaron y mostró ser una doble amenaza, un fenómeno como pocos se han visto. Bateó para 333, 22 jonrones y como lanzador en 21 partidos mostró efectividad de 1.86 con 174 ponches en 140 entradas ganando diez con cuatro reveses.
Fue el MVP de esa temporada en la Liga Japonesa. En cinco campañas en Japón bateó para 286 con 84 jonrones. Como pitcher, 42-15 su récord con 2.52 de efectividad y los equipos de grandes ligas deseaban firmarlo y optó por hacerlo con los Angelinos de Los Ángeles de mi tío Artie Moreno en 2017.
En su primer año se consagró novato del año a pesar de no haber concluido la temporada debido a una lesión en el codo de su brazo de lanzar que lo obligó a una operación Tommy John. Aun así, promedió 285, 61 empujadas, 22 vuelacercas y como lanzador récord de 4-2, 3.31 efectividad con 63 guillotinados.
Como era de esperarse aparecieron las comparaciones con el bambino Ruth. El 2021 se convierte en el año de la consolidación de la leyenda. Bateó para 257, 46 cuadrangulares, cien remolcadas, 103 anotadas y 26 estafadas.
Como lanzador 9-2, 23 aperturas, 156 ponches en 130 capítulos con 3.18 de efectividad. Fue al juego de las estrellas y nombrado MVP de la campaña. El año pasado volvió a competir por el premio al más valioso del año. Dejó números espectaculares. 273 de promedio, 34 jonrones, 95 empujadas, 90 carreras anotadas. Como lanzador ganó 15, perdió 9. 2.33 de carreras limpias permitidas con 219 ponches.
Arribó segundo en la elección detrás de los 62 cuadrangulares de Aaron Judge. El samurái tenía argumentos de peso para optar por la mención del más valioso del 2022. Esta temporada, luego de concluida la Serie Mundial, Othani se puede declarar agente libre, a menos que se acuerde una extensión de su contrato 2023. Se comenta que el contrato, cual subasta, tenga un piso para comenzar a negociar de 500 millones de dólares.
Shohei Othani es el fenómeno del deporte actual. Algunos indican que representa en el béisbol lo que en su momento fue para el baloncesto Michael Jordan. Un jugador japonés cuya historia apenas comienza a escribirse.
El beisbol es lo mejor.
Lee también: Shohei Ohtani ganó el premio MVP del Clásico Mundial de Beisbol
Wenceslao Moreno Jr,
