El rey Carlos III y la reina Camila han abandonado la Abadía de Westminster tras ser coronados y ungidos en la solemne ceremonia, entre los gritos de “God save the King” (Dios salve al Rey, en castellano), para dar inicio a la procesión hacia el Palacio de Buckingham, que se prevé dure al menos dos horas.
La investidura con la corona ha sido el principal momento de la ceremonia que han seguido dos mil asistentes en la abadía, miles de ciudadanos bajo una lluvia intermitente de Londres y millones de espectadores desde sus pantallas. Previamente, el monarca de 74 años ha sido ungido, el único momento que no ha sido público del mediático acontecimiento, y ha jurado el cargo ante la Biblia.
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Noticia al Día / Con información de El País
