Hildegarda de Bingen, fue la primera monja benedictina en describir por escrito un orgasmo femenino.
Esta religiosa que es considerada la versión femenina de Leonardo da Vinci, fue la primera en atreverse a asegurar que el placer no era obra de Satán, que residía en el cerebro y que la mujer también lo sentía.
Hildegarda se atrevió a tratar temas que eran considerados tabú en aquella época, como era la sexualidad, tanto masculina como femenina. Escribió dos libros “Cause et cure” y “Physica”.
En el libro “Cause et cure” (Causas y remedios) describe a grandes rasgos el funcionamiento de nuestro organismo como un equilibrio de secreciones internas, que al romperse da lugar a las diferentes enfermedades. Además, dedica gran parte de la obra a la procreación humana desde el deseo hasta la cópula, pasando por la gestación, el parto y la lactancia.
En ese libro aborda el tema de la sexualidad de forma natural, tanto de la experiencia masculina como de la femenina. Allí podemos leer: “Cuando se une al varón, el calor del cerebro de ésta, que tiene en sí el placer, le hace saborear a aquel el placer en la unión y eyacular su semen”. Más adelante explica: “Cuando el semen ha caído en su lugar, es fortísimo calor del cerebro lo atrae y lo retiene consigo, e inmediatamente se contrae la riñonada de la mujer, y se cierran todos los miembros que durante la menstruación están listo para abrirse”.
Noticia al Día/Con información de El Nacional