Con un costo que va de 80 a 120 Bs. y en aumento, el pasaje en el transporte público se convierte en una incógnita para los ciudadanos, en contraste con los 40 Bs. estipulados por el ente regulador. Los precios en circulación ponen sobre la mesa una gran interrogante: ¿cómo impacta el costo del pasaje en los estudiantes, trabajadores y los propios conductores?
Estudiantes, trabajadores y usuarios ocasionales son los rostros de quienes viven de primera mano las variaciones en torno a los aumentos del coste del transporte público, creando una dualidad entre lo que está estipulado y lo que sucede en las calles.
Para los estudiantes, adultos mayores y personas con discapacidad existen beneficios en el transporte público: los estudiantes cuentan con un descuento del 50% y las personas mayores y con discapacidad un descuento del 100%, beneficios que hoy se ponen en tela de juicio.
Sin embargo, los precios no solo afectan a los pasajeros, sino que representan un intento de los conductores por cubrir los costos inherentes a la profesión. Estas dos posturas interconectadas permiten considerar el impacto para ambas partes y los aspectos a evaluar respecto a los precios actuales del transporte público.
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El Pasajero
Aquellos que deben utilizar carritos o buses de forma recurrente para movilizarse serían los más afectados por el aumento del pasaje. Con distintos perfiles, trabajadores y estudiantes son quienes más se pronuncian en torno a los precios elevados. Los estudiantes comentan que es difícil cumplir con sus obligaciones mientras deben cancelar grandes sumas para trasladarse.
Estudiantes de diversas áreas coinciden en que llegan a gastar hasta quince dólares semanales en transporte para poder realizar sus actividades académicas. Entre los reportes se evidenció que, dependiendo de la frecuencia o la distancia recorrida, los estudiantes pagan entre 60 y 80 dólares mensuales en transporte.
En el caso de los trabajadores, se registró un promedio de 45 dólares mensuales en gastos de transporte. Ante esto, algunos entrevistados declararon que dichos gastos equivalen al menos al 40% de sus salarios, lo que representa un duro golpe para su economía.
Los estudiantes señalan que el pasaje preferencial estudiantil hace falta para reducir el costo del transporte y ayudar a sostener sus actividades diarias. De igual manera, las personas de la tercera edad expresan su descontento, afirmando que con frecuencia se ven expuestas a discusiones al intentar utilizar sus beneficios como adultos mayores.
Los pasajeros comentan que entienden la situación de los conductores e intentan ponerse en su lugar, pero también esperan reciprocidad. Señalan que muchos usuarios disponen únicamente del dinero justo para movilizarse y no pueden afrontar incrementos repentinos en los precios “de un día para otro”.
El conductor
Los conductores también se manifestaron, afirmando que la subida repentina en el costo del pasaje responde a la necesidad de mantener sus vehículos. Un conductor anónimo de una ruta importante en Maracaibo expresó: “En un día me hago diez dólares, pero si se me dañan dos cauchos son 110 dólares. No me da la base”.
Destacaron además la escasez y el costo de la gasolina como una problemática significativa, señalando que el combustible puede costar 20 dólares y solo les alcanza para una mañana de trabajo. Un conductor explicó que, al realizar una ruta de 11 kilómetros cobrando 100 bolívares (Bs) por pasajero y trasladando a cinco personas, apenas reúne 500 Bs. Sin embargo, esos 11 kilómetros le representan un gasto de 3 dólares en gasolina, lo que dificulta que la actividad sea rentable.
Reyhans Quiroz
Noticia al Día
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