El caso del joven delivery venezolano que emigró a Chile con el sueño de convertirse en piloto de aviación y que un cliente, que ordenó un pedido de hamburguesa y refresco le quitó la vida por haberse retrasado, casi lo asesinan meses antes para quitarle la moto de servicio, lo que lo obligó a renunciar a su primer trabajo.
Hilda Cuba, madre de repartidor, de 19 años, Heberth Sánchez, pidió ante la Fiscalía que conoce del caso, que no quede impune el asesinato de su hijo, y agradeció a las autoridades las diligencias que hasta ahora se han practicado para llevar adelante las investigaciones. "Pido todo el peso de la ley, tanto terrenal como espiritual, porque mi hijo no se merecía eso, era un muchacho bueno”, dijo.
La madre contó vía telefónica a Noticia al Día que su hijo era un muchacho cariñoso, divertido y con muchas ganas de salir adelante y por eso había decidido venirse a Chile, donde ya tenía un año y siete meses y estaba dispuesto a seguir estudios superiores.
“El quería ser piloto de aviación y presentó las pruebas físicas y las había aprobado, pero le dije que no tenía como darle esos estudios y siempre me repetía: “Tranquila mami, que yo estoy trabajando y vamos a salir adelante, vos mi hermano y yo", decía a cada rato.
Comenzó a trabajar en un Servi -Center, pero renunció cuando casi lo matan para quitarle la motocicleta que había adquirido para su oficio. “Fue víctima de un asalto, y le pedí que renunciara y había conseguido ese trabajo de delivery con el que estaba contento hasta que se cruzó en su camino ese asesino que debe pagar con la mayor pena”, dijo sollozando la señora Cuba.
Noticia al Día