Los nadadores olímpicos de París 2024 han recurrido a un remedio inusual y poco científico para evitar enfermarse tras competir en las contaminadas aguas del Río Sena: beber Coca-Cola.
“El mito de que la Coca-Cola ayuda es cierto”, afirmó Moesha Johnson, del equipo de Australia. Y agregó: “Con frecuencia, bebemos una luego de las competencias para intentar purgarnos”.
Nadadores de los equipos de Estados Unidos, Nueva Zelanda e Italia también conversaron con el periódico sobre esta estrategia. No obstante, a pesar de su popularidad, puede que no tenga bases científicas.
La doctora Maria Abreu, presidenta de la Asociación de Gastroenterólogos de Estados Unidos, dijo al medio que la Coca-Cola es menos ácida que un estómago sano, por lo que probablemente no serviría de mucho en la lucha contra una infección.
La calidad del agua en dicho río ha sido un motivo de preocupación constante en París, de hecho, durante el último siglo, nadar en él ha estado prohibido debido a su toxicidad.
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