El 2 de diciembre de 1983 fue estrenado en los Estados Unidos el videoclip Thriller de Michael Jackson, considerado por muchos críticos como el mejor de la historia. Fue todo un acontecimiento y un éxito mundial. En el año 2009, el Congreso de EEUU lo declaró patrimonio histórico de ese país.
El estreno de Thriller se convertiría en un acontecimiento frontera entre aquella generación de espectadores y las siguientes. Recordar los pasos de baile de los zombis determina hoy que ya tenemos una edad madura y que ayer pasamos miedo frente a la pequeña pantalla.
Las imágenes que sirvieron para ilustrar Thriller marcaron un antes y después en la historia de la música. Con un coste de más de un millón de dólares, el videoclip fue el más caro de la historia hasta ese momento. Su duración de 14 minutos también era inédita para el género audiovisual.
El vídeo se convertiría así en una obra maestra, que logró, además, incorporarse a los fondos de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, junto a clásicos del calibre de Casablanca o Malas tierras. Incluso el VHS que contenía el making of del video rompió récords y vendió la sorprendente cantidad de nueve millones de unidades en todo el mundo.
Thriller inició también una peculiar moda en los videoclips. Hasta entonces ningún realizador de cine más o menos famoso se prestaba a rodar este tipo de trabajos. Con la experiencia pionera de John Landis, muchos otros directores han decidido probar suerte.
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