A 33 años de su partida física, Rafael Orozco, el famoso cantante vallenato y fundador del Binomio de Oro, fue asesinado el 11 de junio de 1992 en la puerta de su casa en Barranquilla, Colombia.
Tenía solo 38 años. Aquí algunos detalles sobre su muerte:
Rafael Orozco fue atacado por un sicario que le disparó diez veces. Nueve de los disparos impactaron en su tórax, cara, espalda y glúteos. El sicario lo remató en el suelo después de voltearlo con el pie.
Motivo del crimen: Se cree que el asesinato fue motivado por celos. José Reynaldo Fiallo Jácome, un narcotraficante, fue identificado como el autor intelectual del crimen. Fiallo estaba enamorado de María Angélica Navarro Ogliastri, quien también tenía una relación con Orozco.
Investigación: La investigación del asesinato de Orozco estuvo rodeada de misterio y controversia. Los principales sospechosos fueron Francisco Corena y Alonso Ariza, quienes sacaron a Orozco de su casa la noche del crimen. Sin embargo, se determinó que Fiallo fue el autor intelectual y Sergio González, alias ‘Tato’, su guardaespaldas, fue quien disparó el arma.
La muerte de Rafael Orozco conmocionó a todo el país y dejó un vacío profundo en la escena del vallenato y entre sus seguidores.
Nacimiento de un cantante
Nacido en Becerril, Cesar, un 24 de marzo de 1954, Rafael José Orozco Maestre fue más que un cantante. Fue un símbolo de lucha, sensibilidad artística y transformación.
De vender agua con su burro ‘El Ñato’ en su niñez, pasó a conquistar escenarios internacionales como líder del Binomio de Oro, agrupación con la que grabó 19 producciones discográficas y redefinió el vallenato romántico.
Su historia musical comenzó a tomar forma en 1974 cuando ganó un concurso de canto en el Colegio Nacional Loperena de Valledupar. Aquel premio encendió la chispa de su carrera. Su primera presentación profesional fue en Sempegua, corregimiento de Chimichagua, donde pese al largo viaje, no dudó en liderar hasta un partido de fútbol en medio de la euforia del debut. Su personalidad desbordaba carisma, aún fuera del escenario.
Esa pasión se transformó en oportunidad cuando, un año después, conoció al acordeonero Emilio Oviedo, con quien grabó su primer disco: Adelante (1975). A pesar del escepticismo de algunos productores que veían en su voz suave una rareza frente a los cantantes robustos como Jorge Oñate o Poncho Zuleta, Orozco demostró que el vallenato también podía enamorar desde la ternura. Canciones como Cariñito de mi vida lo catapultaron al corazón del público.
Binomio de Oro: leyenda en construcción
El gran salto llegó al unirse con Israel Romero para formar el legendario Binomio de Oro de América, una agrupación que revolucionó el vallenato con letras sentimentales, arreglos elegantes y un estilo moderno que marcó a varias generaciones. Durante más de una década, Orozco se convirtió en el ídolo de multitudes, con éxitos como Solo para ti, Olvidala, La creciente y Relicario de besos.
“Con ese éxito y disciplina musical que tenía Rafael Orozco, en este momento fuera el mejor, porque el vallenato ahora corre de acuerdo al estilo que lo identificó”, dijo en su momento Emilio Oviedo, quien apostó por la voz de un joven que rompió los moldes y humanizó el folclor.
El periodista Fabio Poveda Márquez dijo alguna vez: “A Rafael Orozco, le adelantaron la inmortalidad”. Y es cierto. Su imagen está esculpida en piedra en su natal Becerril, donde un monumento lo recuerda junto al micrófono. Pero su verdadera inmortalidad está en las canciones que siguen viajando por emisoras, fiestas, serenatas y hasta en los nuevos artistas que siguen su estilo.

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