El cantante Raphael, de 81 años, ingresado desde este martes por la tarde en el hospital Clínico de Madrid tras sufrir un accidente cerebrovascular mientras grababa un especial de Navidad de La revuelta, se encuentra “bien” y está siendo sometido a varias pruebas este miércoles, según confirman a EFE fuentes de RLM, su oficina de representación, que aseguran que se trató de un episodio “transitorio”. Las pruebas están destinadas a “descartar cualquier cosa”.
“Ha pasado la noche en planta, tranquilo, consciente y acompañado de sus hijos”, según han informado este miércoles a EFE fuentes del entorno del artista, que han confirmado que no ha sufrido un ictus.
También han insistido en que en el entorno del artista están “muy tranquilos” y que lo ocurrido ha sido “pasajero”. La esposa de Raphael, Natalia Figueroa, su hijo Manuel Marcos y su nieta Manuela, han acudido este miércoles a visitar al cantante al hospital. “Venimos a verlo. Todo bien”, ha dicho su hijo, mientras su mujer, con gesto relajado, daba las gracias a los informadores a su llegada al centro médico.
Queda por saber si cancela los dos conciertos de este fin de semana, 20 y 21 de diciembre, en el Wizink Center, el broche final a su eterna gira, Tour Victoria.
Tras ser atendido en la ambulancia en la tarde de ayer martes, el artista fue trasladado al Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, donde sigue ingresado. Un portavoz de TVE explicó que “estaba grabando el programa, no se ha encontrado bien y ha salido por su propio pie a coger la ambulancia”. Fuentes de la oficina de representación del músico, RLM, informaron horas después a EFE de que Raphael se encontraba “bien” y estaba siendo sometido a varias pruebas. También explicaron que el artista parece haber sufrido un episodio “transitorio” y que el cantante será sometido a más pruebas este miércoles para “descartar cualquier cosa”. Han insistido que en el entorno del artista están “muy tranquilos”.
Raphael es uno de los cuatro artistas en todo el mundo que dispone de un disco de uranio por haber vendido más de 50 millones de copias a lo largo de su trayectoria. En 2003, el cantante reconocido por Mi gran noche, Hablemos del amor, Digan lo que digan, Escándalo o Yo soy aquel, uno de los más populares de la escena española, necesitó un trasplante de hígado para poner fin a la hepatitis B, una enfermedad que sufría desde los 20 años: “Eso ha sido para mí la oportunidad de poder seguir viviendo mucho mejor que antes y de disfrutar de las cosas mucho mejor que antes. Una cosa que era muy dramática se convirtió en una gran oportunidad”, decía en una entrevista con EL PAÍS en noviembre, donde se resistía a hablar de su jubilación: “¿Qué coño quieres que haga en mi casa? ¿Me quedo viendo la tele? ¿O voy a ver cómo juega Nadal? Eso tampoco porque él sí ya se ha retirado”.
Tras más de 60 años de carrera, este año lanzó su octogésimo sexto disco, Ayer… Aún, grabado en París, un homenaje a la canción francesa y a sus grandes ídolos: Piaf, Aznavour, Bécaud, Brel… Por el momento, los espectáculos siguen en pie, y entre sus planes para 2025 está estrenar su nuevo espectáculo, Raphaelísimo, cuya gira comienza en mayo.
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Noticia al Día/Información de El País
