Ayer por la tarde, mientras el cielo metía rugidos de lluvia, me topé por segunda vez en la vida con ese grande de la gaita: Jerry Sánchez. Una de las voces más sentidas y únicas del cantor popular zuliano.
Lee tambièn: Jerry Sánchez regresó a Maracaibo con alegría gaitera y una maleta llena de proyectos
El otro encuentro fue en la clínica Paraíso hace tantos años como agua hay en el Lago. Ya era famoso. Ya era Jerry.
Hoy estaba de compras por aquí cerca en el Centro La familia por las antenas de Venevisión.
Me acerqué y le dije "sois, Jerry o te parecéis a él" Se vino del corazón una sonrisa. Una hermosa señora observaba el saludo. Dijo las palabras que en Maracaibo rompen cualquier hielo: "si, soy yo, hermanito".
Jerry está en sus asuntos de padre y hombre de casa. Espera la temporada. Se le ve bien, se le siente bien. Su es patrimonio nuestro y para mí un pedazo de pasado que, sin saberlo, me ha ayudado a guardar en el centro de mi existencia de mi cariño.
Noticia al Día / JC