Jorge Ramos se sinceró sobre los diversos aspectos de su vida con Alejandro Chabán, quien sostuvo una charla sobre su vida como periodista hasta llegar al ámbito personal, ese en el que en los últimos años ha recorrido de la mano de Chiquinquirá.
Y al referirse a ella, Ramos asegura admirado y con una sonrisa: “En Chiqui podrías encontrar uno de los tesoros nacionales”.
El originario de México explicó que desde que ambos decidieron iniciar una historia juntos, Chiquinquirá ha sumado mucho en su vida. “Ha traído muchísimo amor y muchísima estabilidad, además una familia que jamás ninguno de los dos nos imaginábamos”, reveló.
“Yo llego a la relación con Paola y Nicolás, y ella con Carlota y María Elena”, detalló, pues antes de que sus caminos se cruzaran, ambos tenían una historia concluida con sus exparejas; él con Lisa Bolívar y Gina Montaner, con quienes tuvo a sus hijos. Chiqui, por su parte, se había divorciado de Daniel Sarcos, padre de su hija Carlota; además de poner fin años atrás a su historia de amor con Guillermo Dávila, con quien tuvo a su primogénita, María Elena Dávila.
“De pronto esta unión México-venezolana se convierte en una nueva familia, y es la maravilla de comenzar algo nuevo para los dos, apoyándonos unos a otros”, explica Ramos sobre cómo ha funcionado la relación entre ambas familias que conviven como una.
Persistente en la estabilidad personal que Chiquinquirá le brinda, el también escritor asegura que el estar junto a la venezolana es “encontrar lo que siempre habías buscado, olvidarte del hacer y convertirte en el ser”. Para él, haber formado esta gran familia era algo inesperado, una nueva rutina que aceptó feliz. “Cuando estamos los seis juntos es otra cosa. Llegas y finalmente puedes decir ‘de esto se trata la vida’”, dijo contento por esa parte de su vida personal.
En su charla con Chabán también explicó que “no hay ninguna diferencia” de estar enamorado a los 20 y los 60 años. Y citando a Isabel Allende, añadió que a los 80 el amor se siente igual, aunque reacciona de manera distinta. “Lo aprecias mucho más porque el tiempo que te queda es menor. A los 66 tengo más pasado que futuro. A los 20 sientes que te queda la vida por delante, a los 60 la verdadera riqueza y las negociaciones tienen que ver con cómo repartes tu tiempo”, compartió.
Finalmente, poniéndose creativo, describió cómo sería el olor de su relación con Chiquinquirá. “Sería ese momento al final del día, cuando todo ha pasado y cuando sin más, sin decirnos nada, sólo el tomo de la mano y nos quedamos dormidos”, dijo desde el fondo de su corazón.
Jorge Ramos y Carlota, la hija de Chiquinquirá Delgado
Cuando Chiquinquirá llegó a la vida de Jorge Ramos, también lo hizo una pequeñita de entonces tres años, quien poco a poco se fue ganando su cariño.
Se trata de Carlota, a quien la presentadora tuvo durante su matrimonio con Daniel Sarcos, una niña a quien ha visto convertirse en una jovencita y quien, al mismo tiempo, la ha hecho su cómplice en los ratos más alegres, como los conciertos de sus artistas favoritos.
Y es que Carlota no sólo convenció a Jorge de llevarla al concierto de Taylor Swift o Bad Bunny; sino que también lo contagió con esa alegría por escuchar música actual que, de no ser por ella, quizá no estaría en la playlist de Ramos. “Carlota, la hija de Chiqui, de 14 años, que es mi hija, también me ha ido introduciendo a poco a Taylor Swift. Así que soy Swiftie declarada, hemos ido a dos conciertos, estoy fascinado. Y también fuimos al concierto de Bad Bunny”, comentó.
El gusto también se traslada al ámbito profesional, pues ahora Jorge está decidido a buscar a estos dos grandes artistas para entrevistarlos. Además, aseguró que otra de las personas con quien le gustaría charlar como periodista sería el Papa Francisco, un detalle que destacaría en su carrera, pues en varias ocasiones se ha considerado agnóstico, es decir, que cuestiona la existencia de Dios.
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