Durante las noches de fiesta es frecuente beber más de la cuenta. Y también lo es, pasar el día siguiente entre el sofá, el cuarto de baño y la cama con un terrible dolor de cabeza y hasta a veces acompañado de vómitos y fatiga. Se trata de la terrible resaca, o "ratón" como lo llaman los maracuchos.
Una resaca se refiere a los síntomas desagradables que una persona experimenta después de tomar mucho alcohol. Estas síntomas pueden incluir: dolor de cabeza, mareos y náuseas.
Si ya le ha pasado en Navidad, que tras beber alcohol más de la cuenta lo experimenta, existen algunos "trucos" que pueden ayudar al que consume, sin sufrir la indeseada dolencia que nos hace decir "no bebo más".
El alcohol por lo general se absorbe en el estómago y mayormente en el intestino delgado, luego pasa al torrente sanguíneo rápidamente. Más de 75 % del alcohol se metaboliza en el hígado, el resto circula hasta ser eliminado lentamente.
Algunos médicos especialistas señalan que en días previos a la fiesta de Navidad se debe tomar agua en abundancia para que actúe como hidratante y de esa manera estar preparado a la hora de tomar y celebrar. Esa es la primera recomendación.
Desde el comienzo de la festividad hay que estar alerta con el servido de copas que ofrezcan amigos o meseros, pues esta es una forma sencilla de controlar el consumo. No mezclar licores, y lo mejor es, en un solo vaso, mantener la bebida con hielo y agua.
Es imprescindible ingerir alimentos y si hay pasapalos no dejes de comerlos pero moderadamente, con ello la absorción del licor es más lenta. Otra de las recomendaciones es no estar sentado mucho tiempo y por el contrario, estar en movimiento, y si es bailando mejor.
Una siesta mucho antes de irte a la celebración no está de más, depende de la hora que se tenga la reunión, pues, con ella se recargan las energías.
Es recomendable horas antes de ingerir alcohol tomar jugo de frutas, tales como melón, patilla, naranja, porque prepara el estómago y ayuda a la hidratación.
Noticia al Día / El español.com / Clara.es