Una niña estadounidense de tres años, identificada como Saylon Class, comenzó a quejarse con sus padres sobre la presencia de monstruos en el dormitorio de su casa, en la ciudad de Charlotte, Carolina del Norte.
En un principio, sus progenitores pensaron que la pequeña tenía una gran imaginación o quizas había visto una película de Disney sobre un mundo habitado de monstruos que vio recientemente.
Sin embargo, el lugar donde habitan construido cerca de un siglo, hizo pensar a la familia Class que todo podía ser posible. "En una granja de cien años hemos descubierto cualquier pequeña cosa que pueda pasar. Pero esto superó nuestras expectativas", contó la mujer al programa Good Morning America de la ABC.
Pero Saylor continuó insistiendo con el tema de criaturas en su alcoba, sus padres comenzaron a notar un flujo mayor de abejas alrededor de su hogar. Y pensaron que el zumbido de estos insectos cerca del techo podría estar asustando a su hija.
Al salir de dudas, los Class contrataron los servicios de Curtis Collins, un apicultor con varios años de experiencia en enjambres en viviendas, quien pudo rastrear las abejas.
Gracias al uso de una cámara termográfica, que detecta el calor de las colonias y revela la ubicación de los panales en lugares ocultos, descubrió una colmena de enormes proporciones dentro de una de las paredes de la habitación de Saylor.
Noticia al Día / RT
