Antonio Banderas volvió a los pies de la Virgen de Lágrimas y Favores con al certeza de que este año sí se echaban a la calle.
«Este año sí», dijo escueto el actor antes de poner ante los varales de la «Niña de San Juan». Ante ella, primero la emoción de la tradición, la unión entre los hermanos y luego un llamamiento a la solidaridad. «Siempre digo que son las ‘s’. Semana Santa Solidaria. Esa es la Semana Santa del siglo XXI. Vivimos en un mundo muy complicado y hay que arrimar el hombro desde cualquier institución«, ha asegurado el actor.
Con su túnica blanca roto y antes de cubrirse con la cara con la capucha verde, ante su Virgen llamó a aprovechar «el poderío» de la Semana Santa, porque está muy bien articulada en toda la ciudad y en los barrios. «Saben los problemas de la gente. Allá donde no llegan las instituciones públicas podamos llegar nosotros«, ha añadido Banderas.
Desde que comenzó con la fundación Lágrimas y Favores ha aportado más de 3,5 millones de euros a obras sociales. «De alguna forma lo que pretendemos es que cuando se vea todo esto no se quede en el rebujado de los tronos, en el bordado de los mantos y en la cera, sino que vaya más allá, que la gente sepa que durante todo el año se están haciendo cosas muy bonitas en la Cultura y en la solidaridad», ha aseverado el actor.
Unas peticiones que mueven a Banderas a volver cada año a la iglesia de San Juan, donde se bautizó de niño y donde dio el último adiós a sus padres, para cumplir con la tradición de Lágrimas y Favores. Para mostrar el orgullo de ser de las Reales Cofradías Fusionadas y sus aportaciones a la sociedad de Málaga. Estuvo muchos años sin poder regresar a Málaga, hasta que tuvo el suficiente caché para incluir en sus contratos la Semana Santa como período sin trabajo.
Ahora ya vive mucha parte del año en Málaga, donde tiene su teatro, donde hace los proyectos con la máximo «de Málaga para el mundo».
Le gusta bromear diciendo que cuando sus obras salen de Málaga, es cuando van a provincias. Malagueño orgulloso, cuando se baja la capucha entra en conexión con la Virgen de Lágrimas y Favores. Siempre dice que está solo con ella. Y esas horas de camino, entre campanadas de órdenes en el trono y vivas desde los balcones.
Tras quedarse sin salir el año pasado por la lluvia, este Domingo de Ramos la procesión sí se dispuso abrir las puertas. Y se notaba en el ambiente. El cielo no amenazaba. Pollinica hizo su recorrido con éxito. Lágrimas y Favores retrasó su salida para cuadrar los horarios, pero antes de las 16.50 se abrieron las puertas de San Juan y comenzó a oler el incienso en una nube de ilusión por entregarse a Málaga.
Ahí estalla esa devoción que viene desde niño, cuando en los alrededores de San Juan un pequeño Antonio jugaba con su hermano Javier, que le mantuvo el amor cofrade en los años que no podía viajar a Málaga con videos e historias de varales. Antonio Domínguez nació en la calle Sebastián Suvirón y su madre siempre fue feligresa de la iglesia de San Juan. Es el barrio donde nació y creció. Fusionadas alberga sus más profundas devociones familiares.
Ahora, cada año, el conocido Antonio Banderas acude a los pies de su ‘Virgencita’ para cantar aquello de «Málaga te quiere. Queda suspirando por mirar tus ojos, que son las perlas de mi pasión» abrazo a sus hermanos, aquellos a los que inculca su amor por ayudar a quien menos tiene en la ciudad, por hacer de la Semana Santa un espacio de cohesión social y seguir los pasos de Cristo y su Madre más allá del Domingo de Ramos.
Noticia al Día / ABC