Domingo 16 de noviembre de 2025
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"¡Ánimo, Amador, Ánimo!": Hoy se conmemora el natalicio del gran Amador Bendayán

En hebreo, Bendayán, significa “hijo de líder”, lo cual representa la huella que dejó en el mundo del entretenimiento nacional. Hoy se conmemoran 105 años desde su natalicio.

Por Pasante1

Hoy se cumplen 105 años del natalicio de Amador Bendayán
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“El pequeño gigante de la televisión” era la manera en la que se conocía al renombrado locutor, comediante, actor y presentador de televisión venezolana, Amador Jacobo Bendayán, quien nació un 11 de noviembre de 1920.

Originario de Villa de Cura, estado Aragua, Venezuela, Amador Bendayán fue el primer hijo de los comerciantes Moisés Bendayán-Chocron y Platy Bendayán, ambos judíos inmigrantes de Marruecos, quienes se establecieron en el país en 1919.

En hebreo, Bendayán, significa “hijo de líder”, lo cual representa la huella que dejó en el mundo del entretenimiento nacional. Hoy se conmemoran 105 años desde su natalicio.

Brillantes inicios

Amador comenzó su carrera artística en 1937 con solo 17 años en la emisora La Voz de la Philco, en la cual tenía un espacio de 15 minutos al aire que era financiado por él mismo a través del dinero que adquiría trabajando en la tienda de telas de sus padres en el centro de Caracas.

Sin embargo, a pesar de sus ansias por seguir avanzando, estuvo pagando sus propios espacios hasta 1939 cuando empieza en el programa "Álbum estelar de la voz de la Philco" como humorista, dándole vida a personajes cómicos, reforzando su formación como actor y locutor.

Progresivamente, su popularidad creció y debido a ello en 1947 debuta en el cine nacional en "Misión atómica". Sin embargo, fue con los programas humorísticos “El Bachiller y el Bartolo” (1949-1959) y “La bodega de la Esquina” (1950-1960) que su fama empezó a acrecentarse.

Dichos programas se trasmitieron por Radio Continente y después por Radio Caracas Radio (RCR) y por Radio Caracas Televisión (RCTV), este último a partir de 1954, pues para ese momento su imagen era conocida y aceptada por la población venezolana.

Trayectoria sensacional

El reconocimiento que obtuvo en estos espacios lo llevaron a participar en las películas nacionales: Yo quiero una mujer así (1950), Seis meses de vida (1951) y Yo y las mujeres (1959).

Fue debido a su desempeño artístico que Amador logró hacerse un espacio entre corazones venezolanos y los comentarios de su fama llegaron al extranjero, específicamente, a México, donde fue contratado para formar parte del elenco de las películas: Si yo fuera millonario (1962), El ídolo (1963), Escuela para solteras (1963-1964), en la cual compartió la pantalla con José Alfredo Jiménez, los cantantes y actores Antonio y Luis Aguilar, Flor Silvestre y el rey del bolero ranchero Javier Solís; y finalmente, Napoleoncito (1964).

Al volver a Venezuela actúa y produce El Reportero y O.K. Cleopatra (1970), filmes con los que decidió culminar su carrera como actor y centrarse en la televisión.

Sin embargo, la producción por la que es mayormente recordado comenzó en 1968, cuando los productores de RCTV le proponen realizar una revista musical, así nace Sábado Espectacular, programa pionero de esa índole en el país. Aunque, por motivos personales, en 1971 dejó el programa y Venevisión le ofreció un contrató para animar Sábado Sensacional, el cual se trasmitió por primera vez en 1972.

Fue en este programa que su audiencia empezó a corear la frase “¡Ánimo, Amador!” cada vez que el presentador caía enfermo como consecuencia de su diabetes.

Un inolvidable legado

Por iniciativa de Amador el Centro Simón Bolívar donó un terreno y allí, Bendayán construyó la Casa del Artista, ubicada en Caracas. Funciona como un centro de aprendizaje y progreso para los artistas venezolanos. Además, dentro de esta fundación se encuentra el teatro “Amador Bendayán”, complejo cultural que posee el nombre de su fundador y primer presidente.

El 4 de agosto de 1989, Amador fallece a los 68 años a causa de su enfermedad, dejando detrás de sí una marca imborrable en toda Venezuela y el mundo.

“La verdad es que me resulta imposible describir el placer que se experimenta haciendo feliz a la gente, así sea por instantes, viéndola reír siento una sensación maravillosa, un deleite inexplicable que te hace sentir muy bien”, dijo en una oportunidad.

Noticias al Día/Pasante Zulfreily Briceño

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