Los gobiernos ya están preparando, de forma intensa, una batería de medidas que ayuden a la sociedad ante el complicado otoño que parece presentarse a nivel global.
Son muchos los que están haciendo las cuentas que necesitarán sanear antes de que llegue la temida recesión. De hecho, son muchas las familias que están buscando un préstamo de 1500 euros, una cifra que no compromete la economía familiar por tener que devolverlo, pero que puede servir para quitar las principales facturas pendientes y afrontar la vuelta al cole, por ejemplo.
En este sentido, desde que comenzaran a subir los tipos de interés a un ritmo más rápido del previsto, tanto por parte de la FED como de los principales Bancos Centrales a nivel internacional, se está viendo cómo en algunas entidades bancarias están ralentizando la aprobación del crédito a empresas a expensas de poder firmarlos en condiciones más favorables para ellos.
Para muchos pequeños inversores, además, la bolsa no es el refugio en el que buscar cierta rentabilidad en el medio plazo por la volatilidad de los mercados. De hecho los principales índices están firmando los peores semestres de hace décadas.
Reforzar la empresa: el reto de las políticas económicas para salvar el empleo
Sin duda una de las medidas que es necesario asumir desde los principales gobiernos pasa por reforzar y apoyar a las empresas.
Sin su tejido empresarial funcionando de la mejor manera posible en los próximos meses, podría sufrirse una época de pérdida de empleo que complicara, en un contexto de recesión, aún más la vida de las familias y el cómo afrontar la inflación que lleva meses sin dejar de crecer a nivel global.
En el caso de Venezuela, las Fedecámaras ya han asegurado que se aproximan cambios para centrar el nuevo modelo de trabajo centrándose en el trabajador para poder asumir un crecimiento constante en la economía del país.
Pero no es el único país que afronta cambios. En España se acaba de presentar también un plan que permitirá a los autónomos pagar su prestación dependiendo de ingresos, una reivindicación que, aunque no iguala su situación con la de otros países europeos en los que emprender es más económico, si responde a una demanda que lleva años encima de la mesa.
Todo ello para intentar paliar el cierre de negocios que son los que más empleo crean en cualquier país.
“Este otoño va a ser una prueba de fuego nuevamente. Las empresas llevan encadenando crisis desde que estallara la burbuja inmobiliaria y llega un momento que, o se empiezan a hacer políticas de apoyo, o va a costar puestos de trabajo. No pueden seguir encadenándose momentos complicados a nivel económico y pedir siempre que lo soporten los mismos” explican desde el sector empresarial.
Son meses en los que habrá que seguir de cerca las directrices que establezcan países como Estados Unidos para pelear contra la ya definida como recesión y también las directrices que ponga para los países miembros la UE que, para empezar, ya habló de la necesidad de reducir hasta un 15% el consumo energético de cara a los próximos 8 meses.
