Un 17 de enero, pero del año 1942, nació Muhammad Ali, quien popularmente era conocido como Cassius Clay, en Louisville, localidad de Kentucky, Estados Unidos. El legendario boxeador estadounidense provenía de una familia afroamericana dedicada al arte, su padre era un destacado pintor y escultor en las academias más prestigiosas de Kentucky.
Ali no solo fue un gran boxeador, sino también un representante social de enorme influencia en la política, en las luchas sociales y humanitarias que iban en favor de los afroamericanos y del islam.
El pugilista norteamericano fue uno de los mejores representantes del boxeo internacional. Es el único en ganar durante tres ocasiones el campeonato lineal.
Contaba con un estilo poco ortodoxo para ser un boxeador de peso pesado. Su ataque y defensa era única y diferente al boxeo tradicional; en lugar de llevar las manos en alto para defender su rostro confiaba en la velocidad de sus pies y su capacidad para evitar los golpes del rival.
A principio de los años ’60, iniciando su carrera como pugilista, logró un récord inmaculado de 19-0, incluyendo 15 knockouts.
Durante sus primeras peleas como profesional mostró una increíble rapidez de manos y pies, considerando que poseía una estatura de 1,88 metros y un peso de 85 kilogramos.
El destacado pugilista rápidamente se convirtió en el contendiente número uno por el título que en esa época conservaba Sonny Liston, a quien posteriormente derrotaría.
Fue escalando poco a poco; no sólo había conseguido la corona al noquear en el primer asalto a Floyd Patterson, sino que también lo derrotó en la revancha.
Venció a grandes boxeadores de la talla mundial como Tony Esperti, Jim Robinson, Donnie Fleeman, Duke Sabedong, Alonzo Johnson, George Logan, Willi Besmanoff, Lamar Clark , Sonny Banks, Alejandro Lavorante, y Archie Moore.
Ali a sus rivales los embestía golpeándolo constantemente, de manera que el adversario no tuviera la oportunidad de pensar.
“Para pelear, Ali se puso calzones de terciopelo rojo, y Frazier los llevaba verdes. Antes de que comenzara el combate, antes incluso de que el árbitro los convocara en el centro del cuadrilátero para impartirles las instrucciones, Ali recorrió bailando el perímetro y como deslizándose pasó ante Frazier, a quien dirigió una sonrisa de chiquillo, como diciéndole: Chico, vamos a jugar, y me parece que será divertido”, describió Norman Mailer una de las más grandes peleas de Ali, quien mostraba confianza en sí mismo a la hora de iniciar cada combate
En el año 1979 anunció su retiro, pero al año siguiente retó al que era entonces campeón mundial, Larry Holmes, a quien venció con claridad.
En 1984 se enteró que sufría el mal de Parkinson, un síndrome neurológico caracterizado por temblores, rigidez de músculos y lentitud del habla y de movimientos. En los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 encendió la llama olímpica en el estadio.
En el 2016, a los 74 años, falleció debido a un choque séptico provocado por causas naturales no especificadas.
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