Los estadios Maracaná y Wembley le rindieron tributo a Edson Arantes do Nascimento, Pelé, por todo lo que le brindó al fútbol.
La mítica cancha de Río de Janeiro, donde Pelé disputó varios partidos de su carrera cuando vistió la camiseta de Santos y de su Selección (allí marcó en noviembre de 1969 el gol 1000 ante el Vasco da Gama), prendió las luces del techo circular que protege las plateas y lo hizo con un color dorado para generar un efecto de corona.
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En el sitio más icónico del fútbol brasileño se acordaron del máximo campeón de Copas del Mundo, con tres conquistas en 1958, 1962 y 1970.
Justamente, el Mundial que le faltó conquistar fue el de 1966, que se disputó en Inglaterra. Sin embargo, en Wembley, donde Inglaterra dio la vuelta en aquella ocasión, también homenajearon al astro brasileño: el arco de arriba del estadio se iluminó con los tonos de amarillo y verde de la bandera brasileña. Asimismo, se escribió el nombre de Pelé con sus años de vida (1940-2012).
