Lunes 24 de febrero de 2025
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Algunos outsiders del tenis: De Marcelo Ríos a Nick Kyrgios

Cuando se trata de apuestas a tenis, hay que tener en cuenta el factor mental. El tenis es un deporte…

Algunos outsiders del tenis: De Marcelo Ríos a Nick Kyrgios
Tenistas outsiders
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Cuando se trata de apuestas a tenis, hay que tener en cuenta el factor mental. El tenis es un deporte muy solitario en el que hay que estar equilibrado en todo el partido. Algunos jugadores son peligrosamente inestables, lo que puede hacer que pierdas apuestas que creías casi ganadas. De esto, los chilenos saben mucho, pues vivieron a Marcelo Ríos.

Actualmente, algunos tenistas, como Nick Kyrgios, Benoit Paire o incluso el español Davidovich han protagonizado auténticos esperpentos sobre la pista. Por eso, no basta con elegir las mejores casas de apuestas en vivo de Chile, sino saber a qué jugadores de tenis apostarle. A continuación, hacemos una breve semblanza de los tenistas más inestables.

Marcelo Ríos, un loco a una raqueta pegada

Antes del chileno, ya había habido tenistas impetuosos y de gran carácter. El que se viene a la cabeza siempre es John McEnroe. Sus discusiones con los jueces de línea eran épicas, valiéndole más de una descalificación que ha pasado a la historia. Esto sería terrible en las casas de apuestas de un punto, ya que los pronósticos a ganador se darían por perdidos.

Marcelo Ríos ostenta el extraño récord de haber sido el único tenista de la historia en ser número 1 sin haber ganado un Grand Slam. Sin embargo, las polémicas de Marcelo Ríos eran más fuera que dentro de la pista. De todas formas, apostar por él era lanzar una moneda al aire, ya que nunca sabías, aun siendo de los mejores, si le iba a apetecer ganar.

  • Anécdota: En el año 95 ganó su primer título ATP en Italia, Bolonia. Cuando se le preguntó qué sentía, si estaba emocionado, Marcelo Ríos contestó que en absoluto, que solo le había ganado «a 5 huevones malos». De hecho, no se quiso llevar el trofeo de ganador, que entregó a Nelson Flores diciéndole que, si eso, se lo entregase a su papá a futuro.

Nick Kyrgios, uno de los mejores talentos de la última década

El australiano de ascendencia griega-malaya intentó centrarse en las últimas temporadas (ahora lleva tiempo sin jugar), donde demostró que, cuando quiere, es un top 5. De hecho, logró llegar a la final de Wimbledon. Sin embargo, en ese mismo partido, frente a Novak Djokovic, se le vieron las actitudes de siempre que impiden confiar en él. Es una bomba de relojería.

Nick Kyrgios tiene anécdotas para dar y tomar, siendo un tenista que, especialmente cuando sale de favorito, no es de fiar. Además, es de los que evita la tierra batida y, si se ve obligado a jugar algún torneo, no se lo toma en serio. Con estos antecedentes, apostar por Kyrgios solo debería estar permitido en rondas finales, porque es siempre jugar con fuego.

  • Anécdota: Durante una edición del Masters de Roma, ofreció su trasero a Medveded en un punto que tenía perdido. Frente a Casper Ruud, se enzarzó en una discusión con el juez de silla. Este le castigó con un ‘penalty game’. De inmediato, Kyrgios estalló, golpeando con fiereza su botella de agua. Lejos de calmarse, agarró una silla de su banquillo y la lanzó al centro de la pista. Fue descalificado.

Benoit Paire, un francés privilegiado que odia el tenis

Hace unos años, algunas revistas y periodistas especializados veían al francés como potencial número uno. Talento no le ha faltado. A su gran saque se le suma un potente revés. Además, tiene una gran muñeca, pudiendo acabar puntos con dejadas o voleas inverosímiles. Sin embargo, su mayor logro ha sido ser número 18 del ranking ATP.

Paire es un peligro en la pista. Capaz de hacerle frente a los mejores si está motivado o, directamente, dejarse ganar 6-0 cuando no le apetece seguir en pista. Por eso nunca se debe apostar por él cuando sale de favorito. Incluso como no favorito y sin presión implosiona. Ha salido en numerosas ocasiones abucheado de la pista por su mala actitud.

  • Anécdota: En una edición del Abierto de Italia se enojó tanto con el juez de silla, que le había cantado una bola mala. Protestó y el juez le castigó con una violación del código de conducta. En ese instante, el francés estalló y, al servicio, entregó el juego a su oponente con tres dobles faltas hechas adrede. Desde ese momento, se fue del partido, perdiendo rápidamente 6-4 y 6-3.

Anécdota extra: Davidovich manda la bola a la grada producto de su frustración

Esta escena merece la pena buscarla en YouTube (Challenger de Barcelona 2019). El español de origen ruso-sueco es conocido por sus problemas de ansiedad. Inestable en la pista, ha perdido partidos ante rivales inferiores por culpa de la presión que siente o por no poder dormir la noche anterior.

Hace años, cuando todavía disputaba torneos Challenger, vio como un partido que tenía ganado se dirimía finalmente en el tie-break. Desesperado por haberlo dejado escapar, jugó un desempate horrible. En su último saque, lanzó la bola directamente dos veces a la grada.

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