Muchos periodistas estaban en el lugar, descubriendo, curioseando y preguntando, como sí desearán de alguna manera obtener un dato que les permitiera tener una primicia y diferenciarse del resto de sus colegas. Pero todos, ante el baile de caderas que hacía la lancha y el fuerte sonido que salía de su ser, se sostenían fuerte, ya que, para muchos, era la primera vez en montarse en una lancha.
Este jueves 12 de septiembre, se realizó una visita a las costas del lago de Maracaibo. En dicha visita fluvial, estaba la licenciada Nathaly Ospino y el licenciado en química José Manuel Sánchez, quienes a lo largo del recorrido, iban explicando cómo trabaja el Instituto para el Control y la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (ICLAM), en sus jornadas de captación de muestras de agua y sedimento en el santuario.
El sol, en ese momento, parecía no estar muy animado para salir, debido a eso, el clima estuvo nublado. Uno de los presentes, Wilberth Marval, periodista de NAD, estuvo tranquilo en el trayecto, ya que no era la primera vez que se montaba en una lancha.
Él tomó las fotos más radiantes nunca antes vistas, desde el lago de Maracaibo, hasta el hermoso cielo azul; era muy bueno haciendo eso; sin embargo, se sostenía con fuerza para no caerse en el proceso y luego tener que ser rescatado.
Muchos periodistas estaban en el lugar, descubriendo, curioseando y preguntando, como sí desearán de alguna manera obtener un dato que les permitiera tener una primicia y diferenciarse del resto de sus colegas. Pero, todos, ante el baile de caderas que hacía la lancha y el fuerte sonido que salía de su ser, se sostenían fuerte, ya que, para muchos, era la primera vez que vivían tal experiencia.
El viento sopló fuerte y la brisa hacía que cada cabello de todos los del lugar, se moviera a su compás. Los especialistas parecían estar acostumbrados a todo ese baile, uno de ellos caminó hacia la esquina derecha de la lancha, que no tenía barandal y como sí se tratará de un perro que entra de nuevo a su hogar, fue a buscar algo y regresó sin tambalearse, ni marearse.
Sin embargo, no puedo decir lo mismo de mi parte, porque los trabajadores estaban muy atentos conmigo, de que no terminara sin mi celular o cayera hasta lo más profundo del lago, porque estuve en el lugar donde más se sentía el motor de la lancha.
Al principio me aterrorizó, porque pensé que en cualquier momento los pies iban a traicionarme, pero al ver el aspecto verdoso que está presentando el lago, el cielo azul y sentir el viento abrazando cada parte de mi rostro y mi cuerpo, pensé que estaba en el lugar correcto.
Aunque el lago de Maracaibo, era el principal centro de atención en ese viaje, todos estaban en busca de conocer cada cualidad y defecto de él.
La licenciada en biología Nathaly Ospino explico que esa actividad de los estudios para las muestras y sedimentos del lago de Maracaibo, se realiza en 28 puntos donde se mide el agua, ellos están distribuidos en el sistema del lago, es decir al noreste (bahía de El Tablazo), además del estrecho y el saco, también comentó que el lago contiene muchos nutrientes que son analizados, como el nitrógeno y el fosforo.
Para dichos estudios tienen equipos especializados para tomar la muestra de agua y sedimento. Lo curioso, es que cuando nos mostraron la forma en como obtenían el sedimento fue de forma interesante, ya que ellos lanzaron una cuerda que tenía una especie de tubo que permitían capturar los sedimentos, y como si se tratase de hacer una pesca, lo lanzaron al mar.
Luego de esperar unos minutos y sentir que el sedimento mordió el anzuelo, lo sacaron. Su aspecto parecía un excremento de vaca, pastoso, negro y con un olor fuerte, tan parecido a un gas. Después de obtenerlo, lo colocaron en un balde y parte del sedimento lo colocaron en una bolsa de aluminio y le echaron un líquido especial para que no se desintegrará y pudiera ser analizada en el laboratorio químico.
Pero, aunque muchos empezaron a hacer especulaciones sobre qué era realmente eso, las autoridades explicaron que, el sedimento es una materia que tiene una mezcla heterogénea, es decir, una unión de dos o más sustancias no vinculadas químicamente, dispersas en un medio líquido, que terminan en el fondo por su peso.
En ese momento mientras la brisa acariciaba cada rostro de los visitantes presentes, no importaron los problemas, el almuerzo o cualquier otra cosa, porque esa lancha nos capturó a todos de tal manera, que ni siquiera podías tener una conversación con alguien, porque el sonido fuerte de su motor y su baile de caderas, hacían que luego de terminar de entrevistar a los expertos para aprender sobre los defectos y virtudes del lago Maracaibo, al final terminaran apreciando la linda vista o sólo sintiendo su calor mientras el sueño invadía cada cuerpo y aplicaran el efecto soldado, es decir, ante la espera de lo que se venía, era mejor un dulce descanso, para después al despertar llegar a la parada y agradecer la bonita experiencia.
Elianny Isabel Touissant/Pasante
Noticia al Día