Helicobacter pylori (H. pylori) es una bacteria gramnegativa que infecta el revestimiento del estómago y se ha convertido en un tema de creciente interés en el ámbito de la salud digestiva.
Asociada con condiciones como gastritis, úlceras pépticas y, en casos más severos, cáncer gástrico, la detección temprana de esta bacteria es fundamental para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.
El estómago es uno de los órganos más importantes de nuestro sistema digestivo, responsable de descomponer los alimentos y absorber los nutrientes que el cuerpo necesita para funcionar. Sin embargo, también es uno de los órganos más vulnerables a distintas enfermedades que, de no tratarse a tiempo, pueden tener consecuencias graves para la salud.
Síntomas comunes de la infección


El problema de la helicobacter pylori es que, cuando se convierte en una infección crónica, daña progresivamente la mucosa gástrica, lo que aumenta el riesgo de desarrollar úlceras, gastritis crónica e incluso cáncer de estómago. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasifica como un agente cancerígeno de primer nivel. Por esta razón, la detección temprana de la bacteria es clave para prevenir complicaciones graves y proteger la salud digestiva.
Las personas infectadas por H. pylori pueden presentar una variedad de síntomas, que incluyen:
– Dolor o malestar abdominal.
– Náuseas y vómitos.
– Pérdida de apetito.
– Eructos frecuentes.
– Sensación de hinchazón.
– Acidez estomacal.
Es importante señalar que muchas personas pueden ser asintomáticas, lo que hace que la detección sea aún más crucial, métodos de Detección, existen varios métodos para diagnosticar la infección por H. pylori, cada uno con sus características y niveles de precisión:
Prueba de Aliento (Urea Breath Test). Esta prueba no invasiva mide la cantidad de dióxido de carbono en el aliento del paciente después de ingerir una solución que contiene urea marcada con carbono. Si H. pylori está presente, descompondrá la urea, liberando dióxido de carbono detectable en el aliento.
Análisis de sangre
Se puede realizar un análisis de sangre para detectar anticuerpos contra H. pylori. Sin embargo, este método puede no ser tan confiable en infecciones recientes.
Endoscopia con Biopsia

En casos más graves o cuando se sospechan complicaciones, se puede realizar una endoscopia. Durante este procedimiento, se inserta un tubo flexible con una cámara en el estómago, permitiendo al médico visualizar el revestimiento gástrico y tomar muestras de tejido para análisis. La antígenos en Heces, esta prueba detecta la presencia de antígenos de H. pylori en las heces. Es no invasiva y bastante precisa.
La infección por H. pylori es una de las principales causas de gastritis, que es la inflamación del revestimiento del estómago. Esta inflamación puede provocar dolor y malestar, y si no se trata, puede resultar en úlceras gástricas. La bacteria provoca la producción de sustancias que dañan la mucosa gástrica, aumentando el riesgo de complicaciones.
El tratamiento para la infección por H. pylori generalmente incluye una combinación de antibióticos y medicamentos que reducen la producción de ácido estomacal, conocidos como inhibidores de la bomba de protones (IBP). Este enfoque, conocido como terapia triple, tiene como objetivo erradicar la bacteria y permitir que el revestimiento del estómago se cure.

Kelly Nava/ Pasante
Noticia al Dia