Jueves 21 de noviembre de 2024
Opinión

LA SALUD AMENA: Para sentir la vida, lo mejor es un jardín (Vinicio Díaz Añez)

Más allá de una terapia psicológica, distintos estudios científicos realizados últimamente han determinado que la jardinería es capaz de elevar…

LA SALUD AMENA: Para sentir la vida, lo mejor es un jardín (Vinicio Díaz Añez)
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Más allá de una terapia psicológica, distintos estudios científicos realizados últimamente han determinado que la jardinería es capaz de elevar la autoestima, aliviar los estados depresivos, mejorar las funciones motoras, la concentración y la motivación, entre otras importantes características.

No puede haber mayor disfrute en la vida como el respirar el olor de tierra húmeda, el aroma de las plantas o el perfume que expelen las flores. Resultaría harto difícil encontrarse con personas que dijeran lo contrario y, si éstas por alguna casualidad existen, es porque jamás han estado rodeados por esas exquisitas bondades que con total desprendimiento nos ofrece a diario la naturaleza.

Tener un jardín en su casa es como tener el Paraíso en sus propias manos todos los días. Si todavía no lo tiene, aún está a tiempo de hacer uno, eso sí, para ello debe tener presente primero que la única condición necesaria y exigida es que le gusten la flores, las plantas, el abono y el olor a tierra húmeda.

Un jardín en nuestras casas imprime frescura y alegría al ambiente, pero también nos proporciona otras ventajas y beneficios adicionales que ayudan a mejorar nuestra calidad de vida. Y es que aparte de ser esa suerte de microespacio para estar en contacto con la naturaleza, el jardín nos permite contar con un lugar adicional para descansar, relajarnos y para reflexionar.

Dicen que el que hizo el primer jardín fue un poeta y no un jardinero. Pues bien, eso nos da la ventaja de que no es necesario ser un especialista en la materia para escoger un área de nuestra casa, remover la tierra con la pala y el rastrillo, comprar semillas y sembrarlas.

Si eso ya lo tenemos lo indispensable luego es dedicarle el tiempo que nos sobra para brindarle atención a ese jardín que, por sencillo que sea, requerirá de agua, abono o de los nutrientes que ahora son fabricados para mejorar la apariencia de las flores y de las plantas.

Hasta aquí todo pareciera que las sugerencias antes vertidas fueran de un especialista en jardinería. Lejos estamos de eso. Ahora nos ocuparemos de recomendarle lo agradable que es disfrutar de ese jardín y de cómo puede mejorar su mundo interior y su salud dedicándose a un sencillo hobby.

LA CONEXIÓN CON LA TIERRA

El cultivo de plantas y flores es nuestra casa – y hasta en nuestros apartamentos, cuando se puede, claro está – es sin duda una alternativa que tenemos a la mano para atenuar las presiones y el stress que nos suele producir nuestra cada vez más complicada vida citadina.

Así como hay personas que se ocupan de conjurar esas presiones a través de otros actividades o hobby diametralmente opuestos, como son el trotar, escuchar música, bailar, nadar, entre otras, la jardinería, aunque parezca extraño, igualmente reúne condiciones para estar incluida dentro de ese catálogo.

Veamos porqué. La jardinería es una actividad que permite despejar la mente, entrar en contacto con la naturaleza y conectarse con la energía de la tierra, algo bastante alejado de la vida del hombre moderno.

Sin embargo, más allá de esa terapia psicológica que constituye el diseño, la decoración y el cuidado del jardín, distintos estudios científicos realizados recientemente, han determinado que la jardinería es capaz de elevar la autoestima, aliviar los estados depresivos, mejorar las funciones motoras, la concentración y la motivación, entre otras importantes características.

Los especialistas sostienen que, por ejemplo, las personas que sufren de estrés o depresión y se dedican a la jardinería en su tiempo libre logran cambiar y crecer, estimulando sus sentidos y hallando esperanzas hacia el futuro. Asimismo, a este costado psicológico y de relajación se suman los beneficios físicos que genera la actividad.

Poca gente advierte que las tareas relacionadas al jardín son también una gran oportunidad para el ejercicio físico, permitiéndonos mantenernos en forma y aprovechar todas las ventajas para la salud que implica el esfuerzo corporal en su justa medida, por ejemplo, cuando cavamos en la tierra, nos agachamos para recoger las malezas o podamos. Es así como hemos encontrado otra importante razón para dedicarle más horas a nuestro jardín, pensando también en nuestra salud.

LAS PLANTAS Y SUS BENEFICIOS

Los beneficios que traen las plantas a la vida humana han sido ampliamente estudiados, pero quizás poco difundidos. Pero nadie puede dudar que la fantástica sinfonía que despliega la naturaleza día a día es parte de una armonía que, al ser compartida, trae consecuencias positivas para nuestra calidad de vida.

Es que las flores y plantas presentes en nuestro hogar, generalmente relacionadas con la estética y la decoración, también aportan increíbles beneficios para nuestra salud, para mejorar nuestro estado anímico y para estimular una vida más confortable en forma muy simple y 100% natural.

Entre otras propiedades físicas y químicas, estos seres vivos renuevan la calidad del aire. Esto se debe al proceso de fotosíntesis, durante el cual las especies vegetales filtran el aire y purifican el oxígeno, devolviendo un aire más sano en el ambiente en que se encuentren. Algunas plantas practican este ciclo por la mañana y otras por la noche.

En otro orden, las plantas incrementan la humedad en el aire. Esto beneficia al cuerpo humano al permitir la mantención de las mucosas, la garganta y la piel con una correcta hidratación, eliminando inconvenientes como la tos o la irritación cutánea. Por último, vale remarcar que son un paliativo natural contra la polución, ya que absorben gases nocivos y partículas químicas negativas para el hombre.

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