En la mañana del 15 de enero de 1947, Betty Bersinger caminaba con su hija pequeña por una calle sin terminar en una zona de construcción del vecindario de Leimert Park de una ciudad californiana, cuando vio lo que ella pensaba eran las dos mitades del maniquí de un sastre.
Pero en realidad era el cuerpo de Short, quien había sido cortada en dos, justo a la cintura, y no tenía rastro de sangre.
Había sido mutilada, le sacaron sus intestinos y le hicieron cortes desde las comisuras a las orejas, el horrible corte que se conoce como "la sonrisa de Glasgow".
Después su cuerpo fue lavado, antes de ser abandonado en un campo vacío.
Se produjo un frenesí de los medios de comunicación, gracias a la "naturaleza brutal, misógina y ritual" de la matanza, dice Martin Glynn, exsargento de la Policía de Los Ángeles e historiador.
Más de 50 sospechosos fueron entrevistados, hombres y mujeres, algunos de los cuales incluso confesaron el crimen. Pero el asesinato nunca fue resuelto, lo que se suma a la mística del caso.
Estaba también la conexión con el glamour de la zona.
"Ella vivió en Hollywood, aspiraba a ser actriz", dice Martin.
El asesinato se convirtió en "un triste cliché, en una fábula de advertencia: la joven ilusa viene a Hollywood y las cosas le salen muy mal", señala la exsargento.
Pronto se le puso apodo, Dalia Negra, en un guiño a la película La dalia azul, protagonizada por Veronica Lake y estrenada el año anterior, y porque Short lucía el pelo oscuro.
En las décadas que han transcurrido desde entonces, el caso de la Dalia Negra ha inspirado tesis universitarias, proyectos de arte y el nombre de una banda de death metal, y se le ha hecho referencia en videojuegos y programas de televisión.
En 2006 llegó incluso llegó al cine, en una adaptación de la exitosa novela de James Ellroy inspirada en el caso.
Ellroy mismo dice que no tiene ninguna esperanza de que se pueda encontrar al culpable.
El crimen "nunca va a ser resuelto, ya que no estaba destinado a ser resuelto", dice.
Kim Cooper tiene, junto a su marido Richard Schave, un negocio de visitas temáticas en autobús llamado Esotouric, en el que ofrecen rutas por los rincones relacionados con crímenes determinados en Los Ángeles, entre otros.
Y dice que muchos de los que participan en la Dalia Negra "tienen la cabeza llena de información errónea".
"Desacreditamos muchas teorías sobre los posibles asesinos y tratamos de centrarnos en la historia de Elizabeth Short como persona", cuenta.
Y recuerda la sorpresa cuando un hombre mayor que se unió a una de sus excursiones les aseguró tener una conexión con la Dalia Negra.
"Nos dijo que de niño, siendo repartidor de periódicos, fue uno de los primeros en llegar a la escena del crimen. Nos dijo que Short fue la primera mujer desnuda que vio", explica Cooper.
"Creo que lo afectó el resto de su vida".
Al igual que los homicidios ocurridos en el siglo XIX en Londres y atribuidos a Jack el Destripador, el asesinato de Short continúa dando pie a nuevas teorías.
Más recientemente, Steve Hodel, un exdetective de homicidios, afirmó que el asesino era su padre, un médico llamado George, y quien también cometió otros crímenes memorables.
La Policía revisó la antigua casa de hodel con ayuda de un perro buscacadáveres en 2013, el cual los alertó de la existencia de "restos humanos".
Durante mi investigación para Gourmet Ghosts, una serie de libros sobre crímenes reales, he encontrado muchos camareros que dicen que su bar fue el último lugar donde Short fue vista con vida, no el Biltmore.
Algunos teorizan que su asesinato fue el resultado de una cita que se tornó violenta, o que Short, quie siempre tenía problemas de dinero, hizo autostop, una práctica común en la época, y se metió en el auto equivocado.
"Me preguntaban sistemáticamente sobre la Dalia Negra en el mostrador," dice Christina Rice, bibliotecaria de la colección de fotos en la Biblioteca Pública de Los Ángeles.
Recuerda, por ejemplo, que una mujer llegó buscando mapas de 1947 a la fecha, y que le contó que se iban a utilizar sus "habilidades psíquicas" para resolver el asesinato.
La única copia de microfichas del Los Angeles Herald y The Examiner el de la segunda quincena de enero de ese año fue robada hace años, dice Rice.
Y agrega que Short fue sólo una de las muchas mujeres brutalmente asesinadas en los años de postguerra en California.
Tan pronto como se descubrió el cadáver, el diario Los Angeles Herald-Express y el sensacionalista The Examiner aprovecharon la cercana relación que todos los periódicos tenían con el departamento de Policía de Los Ángeles.
En la época era común ver en la primera página notas de suicidio y cuerpos manchados de sangre, aunque a veces modificados con aerógrafo.
De la misma manera, la fotografía del cuerpo desnudo de Short también fue retocada y lo cubrieron con una manta.
The Examiner añadió mentiras completas a la historia de la Dalia Negra, publicando que había sido vista llevando una falda corta y una blusa estrecha, y sugiriendo que tenía aventuras sexuales.
El diario también engañó a la madre de Short, a quien le contaron que Beth (como llamaban cariñosamente a Elizabeth Short) había ganado un concurso de belleza.
Hasta le pagó un vuelo de avión a Los Ángeles y fue al llegar cuando le comunicaron la noticia.
Así obtuvo el medio la primicia de la reacción de la madre ante la tragedia.
El caso sigue abierto, y en la actualidad el hotel Biltmore sirve un cóctel llamado Dalia Negra de vodka, licor de frambuesa negra, Chambord y Kahlua.
La bebida, apropiadamente, tiene un sabor amargo.
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Noticia al Día / BBC Mundo