Desde los 15 años de edad, Elisaul Vásquez trabaja de manera independiente en la plazoleta de la Basílica de Maracaibo. Tras descubrir su pasión por la fotografía, decidió desempeñar este oficio cuando apenas era un adolescente, con una cámara que consiguió prestada para ganarse la vida.
Cuando Elisaul comenzó a hacer fotos, alrededor de 1.976, muy pocas personas tenían cámaras propias y la telefonía celular no existía. Por ello, durante muchos años, el ser fotógrafo fue su principal negocio y fuente de sustento con el cual levantó satisfactoriamente a toda su familia.
Muchos son los recuerdos y anécdotas que este marabino guarda en su memoria desde que empezó a tomar fotos a propios y turistas en las afueras del sagrado templo chiquinquireño. Entre sus memorias destacan actores de cine, de televisión, así como destacados músicos y cantantes de fama nacional e internacional que llegaron a solicitar su servicio.
También recuerda que cuando comenzó a usar las cámaras de fotos instantáneas Polaroid, cerca de 1.981, más de una persona se le fue "con la cabuya en la pata", pues no tenían dinero para pagarle y eso se convirtió en un problema pues experimentó la misma situación muchas veces.
"Tengo casi 50 años trabajando aquí en la Basílica. He sido testigo de muchos de los cambios que ha tenido este gran espacio, como por ejemplo las fuentes de agua con luces de colores que hicieron en los 70 y que a la gente tanto le gustaban. Ahora la plazoleta está despejada pero antes era más acogedora, ya que tenía sillas, banquetas y muchas plantas que al florecer la adornaban", dijo Elisaul Vásquez.
La tecnología me eliminó
Elisaul tiene ya 63 años de edad y aunque todavía se mantiene en pie de lucha trabajando en el mismo lugar, los "tiempos modernos" lo obligaron a cambiar de negocio, pues la fotografía, con la llegada de la telefonía celular y los más recientes avances tecnológicos, prácticamente, aniquiló el oficio de este tipo de fotógrafos. Ahora vende escapularios, rosarios, pulseritas, tobilleras y estampitas de La Chinita.
"Yo era fotógrafo en la Basílica, pero la tecnología me eliminó. Comencé muy joven a tomar fotos, cuando tenía 15 años. Conseguí una cámara prestada y así fue como me inicié en el negocio de la fotografía. Sin embargo, pasaron muchas cosas y nada es para siempre pues la tecnología me desplazó. Ahora vendo escapularios y a veces, cuando alguien me dice que le tome una foto con su celular, lo hago con mucho gusto", agregó con cierta resignación y jocosidad Elisaul Vásquez.
Noticia al Día / José Gregorio Flores
Fotos: José Gregorio Flores