Las fuerzas patriotas se enfrentaron en la batalla de Junín el 6 de agosto de 1824. Hace 2002 años, Simón Bolívar, quien lideraba las fuerzas patriotas, entendía la necesidad de una campaña militar decisiva para asegurar la independencia. Los patriotas eran conscientes de que ningún país americano podía ser realmente libre y soberano si se mantenía el ejército realista en el continente.
Mientras tanto, un golpe de Estado perpetrado en España por el rey Fernando VII en 1823, que abolió la Constitución de Cádiz, causó una división entre los realistas. Esto provocó tensiones dentro del ejército realista en Perú, ya que algunos de los que defendían al país europeo apoyaban mantener el poder absolutista, mientras que otros tenían orientación liberal.
Este ambiente de inestabilidad no pasó desapercibido para Bolívar, quien se enteró que el general Pedro Olañeta se había sublevado contra La Serna. En este contexto, el general aprovechó la oportunidad de debilitar al enemigo. Una de sus acciones fue enviar su ejército a la sierra central de Perú para aislar a Canterac.
La contienda comenzó con una ventaja inicial para las tropas realistas, quienes lograron desorganizar las filas de los patriotas.
Desobedeciendo una orden de retirada, el mayor José Andrés Rázuri informó al coronel Isidoro Suárez, jefe del Regimiento “Húsares del Perú”, de una falsa orden de Bolívar para cargar contra los realistas que perseguían a la caballería patriota en retirada. Los “Húsares” cargaron contra las fuerzas realistas desde una posición inesperada, rompieron su formación y sembraron el caos en sus filas.
Esta acción resultó en un cambio trascendental en el curso de la batalla y aseguró una victoria decisiva para la consolidación de la independencia.
El resultado de esta falsa orden fue el de un éxito contundente para el ejército independentista, con un impacto estratégico fue enorme.
La batalla de Junín preparó a los patriotas para el enfrentamiento final en Ayacucho. Consolidó, asimismo, la alianza entre los ejércitos libertadores. Este triunfo, clave para la independencia de Perú, contribuyó de manera decisiva a la liberación de otras regiones sudamericanas aún bajo control español.
Simón Bolívar, quien lideraba las fuerzas patriotas, entendía la necesidad de una campaña militar decisiva para asegurar la independencia. Los patriotas eran conscientes de que ningún país americano podía ser realmente libre y soberano si se mantenía el ejército realista en el continente.
Mientras tanto, un golpe de Estado perpetrado en España por el rey Fernando VII en 1823, que abolió la Constitución de Cádiz, causó una división entre los realistas. Esto provocó tensiones dentro del ejército realista en Perú, ya que algunos de los que defendían al país europeo apoyaban mantener el poder absolutista, mientras que otros tenían orientación liberal.
Este ambiente de inestabilidad no pasó desapercibido para Bolívar, quien se enteró que el general Pedro Olañeta se había sublevado contra La Serna. En este contexto, el general aprovechó la oportunidad de debilitar al enemigo. Una de sus acciones fue enviar su ejército a la sierra central de Perú para aislar a Canterac.
Noticia al Día/Wikipedia