Sábado 23 de noviembre de 2024
Cultura

Rubén Darío, el poeta melancólico, nació un 18 de enero

Rubén Darío, cuyo nombre real era Félix Rubén García Sarmiento, nació en Metapa, Nicaragua, en 1867 y falleció en León,…

Rubén Darío, el poeta melancólico, nació un 18 de enero
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Rubén Darío, cuyo nombre real era Félix Rubén García Sarmiento, nació en Metapa, Nicaragua, en 1867 y falleció en León, Nicaragua, en 1916. Fue un poeta que se convirtió en el máximo representante del Modernismo hispanoamericano. Se destacó por su formación humanística, siendo un lector y escritor precoz.

Desde joven mostró independencia y progresismo en sus escritos, siendo sus primeros poemas una mezcla de tradicionalismo y romanticismo. En 1888 publicó Azul, una de sus obras más reconocidas.

El legado literario de Rubén Darío es de gran importancia, ya que su estilo modernista influyó en la poesía de habla hispana. Su obra ha sido estudiada y valorada a lo largo del tiempo, consolidándolo como una figura emblemática en la historia de la literatura.

El impacto de Rubén Darío en la poesía y la cultura hispanoamericana es innegable, y su legado perdura hasta nuestros días.

Sus amores

Rubén Darío tuvo varias relaciones amorosas a lo largo de su vida, algunas de las cuales fueron muy significativas para él. Uno de sus amores más destacados fue Francisca Sánchez, a quien el poeta dedicó varios de sus poemas. Se dice que Francisca fue el gran amor de su vida.

También se menciona a Rosario Murillo, con quien Francisca se encontró en París. Además, se destaca la relación que Rubén Darío mantuvo con una mujer llamada Amada, quien fue una de las parejas más estables del poeta. Se llamaban mutuamente "Coneja" y "Conejo", o "Tatay", como muestras de cariño.

Las pasiones y amores en la vida de Rubén Darío han sido objeto de interés y estudio por parte de muchos investigadores y estudiosos de su obra. Su vida amorosa ha dejado huella en su poesía y en su legado literario.

Obras más destacadas

Las obras literarias más conocidas de Rubén Darío incluyen Azul… y Prosas profanas, las cuales son consideradas fundamentales en la literatura modernista. Azul… es una colección de poemas y prosas que marcaron un hito en la poesía hispanoamericana, introduciendo innovaciones tanto temáticas como estilísticas. Por otro lado, Prosas profanas es otra de sus obras más reconocidas, donde Darío continúa con su exploración del modernismo y su estilo poético distintivo.

Estas obras han tenido un impacto significativo en la literatura hispanoamericana y han contribuido a solidificar el legado de Rubén Darío como uno de los grandes poetas de habla hispana.

Un poema sobresaliente

El poema más conocido de Azul… de Rubén Darío es A Margarita Debayle. Este poema es uno de los más icónicos del modernismo hispanoamericano y ha sido ampliamente estudiado y celebrado por su belleza lírica y su tratamiento del amor y la melancolía. En este poema, Darío expresa sus sentimientos a Margarita Debayle, una musa ficticia que representa la belleza y la inspiración poética.

A Margarita Debayle de Rubén Darío, es un poema muy hermoso que ha dejado una huella significativa en la literatura hispanoamericana. La forma en que Darío expresa sus sentimientos a través de la poesía es verdaderamente conmovedora.

A Margarita Debayle de Rubén Darío:

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento.

Éste era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.

Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?"
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
"Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad".

Y el rey clama: "¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar".
Y ella dice: "No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté".

Y el papá dice enojado:
Un castigo has de tener:
vuelve al punto comenzado…
y empieza a correr.
La princesa con tristeza
vio a alejarse su jardín,
y en las olas su cabeza
hundió llorando sin fin.

Pero el rey, que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una pobre margarita,
tan bonita…
¡la quería!
Rubén Darío

La melancolía

Rubén Darío fue conocido por tener un temperamento melancólico y sensible, lo que se reflejaba en muchas de sus obras literarias. Aunque no hay evidencia concreta de que sufriera de depresión clínica, sus escritos revelan una profunda introspección y una sensibilidad hacia la belleza, el amor y la melancolía. Darío fue capaz de plasmar sus emociones en sus poemas de una manera muy emotiva, lo que ha llevado a algunos a interpretar su temperamento como melancólico.

Muerte

Rubén Darío falleció el 6 de febrero de 1916 en León, Nicaragua. Su muerte fue atribuida a una cirrosis hepática. Darío fue un poeta y escritor de renombre, considerado uno de los principales representantes del modernismo literario en lengua española. Su legado perdura hasta el día de hoy a través de sus obras, que continúan siendo leídas y apreciadas en todo el mundo hispanohablante.

Es importante recordar que la interpretación de la personalidad de un autor a través de su obra es subjetiva y puede variar según la percepción individual. En el caso de Rubén Darío, su sensibilidad y su capacidad para expresar emociones complejas a través de la poesía son aspectos fundamentales de su legado literario.

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