Las misas de aguinaldo suelen ser de madrugada y es una tradición que se realiza por la veneración al nacimiento de Jesús y fue aprobada por el papa León XIII, de manera exclusiva para Venezuela.
Conoce esta tradición y su origen
Nuestro país es el único del mundo privilegiado con la anuencia papal de realizar las tradicionales misas de aguinaldo. Su origen se remonta a los tiempos de la colonia y son celebradas desde el siglo XIX. Las misas comienzan a partir del 16 hasta el 24 de diciembre, nueve días que representan los nueve meses de gestación de la Santísima Virgen María, según el imaginario cristiano.
Anteriormente, estas eucaristías solían comenzar a las 5.00 de la mañana o antes de que amaneciera. Pero por razones de seguridad y transporte este horario fue corrido para las 6.30 am o 7.00 am. Son celebradas justo al amanecer porque tienen un significado simbólico, que representa la llegada «a oscuras» del Mesías al pueblo de Dios.
"Las misas de aguinaldo es un tiempo que nos prepara para recibir la gran alegría del nacimiento del Niño Jesús", expresó Ovidio Duarte Torres, padre de la parroquia San Antonio María Claret, en una entrevista con NAD.
Las nueve eucaristías que anteceden la Nochebuena son totalmente diferentes. "Las lecturas cambian en cada misa, se leen por orden las escrituras de los profetas que se acercan cada vez más al momento tan esperado como el nacimiento del Niño Dios", explicó Duarte Torres.
Por otra parte, agregó que no es "obligatorio asistir a las nueve misas", que los feligreses "pueden asistir a las eucaristías que deseen", lo que verdaderamente importa es "vivir la experiencia y acercarse a Dios".
Participa en estas misas y disfruta del encuentro con Dios
El sacerdote Ovidio Duarte Torres invitó a los jóvenes a participar en esta tradición: "Es una experiencia divina que todos deberían vivir en este época de diciembre, litúrgicamente en el tiempo de adviento que permite profundizar la fe en nuestro espíritu, en nuestra alma y corazón".
Estas liturgias se caracterizan por iniciar con ritmos propios de la cultura venezolana, como el parrandón navideño y los aguinaldos. Además, al finalizar cada misa, los asistentes pueden disfrutar de un compartir gastronómico. Lo cual las hace interesantes, alegres y esperadas por todos los devotos del Niño Jesús.
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Jessica Ruiz / Pasante
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