En la Maracaibo del antaño existieron en el pleno casco central diverso y variadas boticas para atender las dolencias y enfermedades del pueblo marabino.
Boticas como por ejemplo la concordia, la italiana, la Alemana, la occidental, el lago, Santa Lucía, democracia, nueva, la Zuliana, entre otras.
En estos comercios de medicina se vendía toda clase, fórmulas y ungüentos. Las personas llegaba con la receta en la mano y el boticario había la composición de la fórmula y lo vendían al usuario de la botica.
En plena plaza Baralt existió una de las boticas más famosas y populares de toda Maracaibo de antaño, y el dueño era el destacado y reconocido médico zuliano Manuel Dagnino, su nombre lo lleva una parroquia de la ciudad, en homenaje a este reconocido médico sencillo y humilde que ayudaba con sus conocimientos de salud a muchas personas que necesitaban de sus medicinas y fórmulas hechas con mucho esmero y dedicación.
Esta botica del doctor Manuel Dagnino se encontraba ubicada en el edificio de los dos sansones o atlantes que está en el pleno centro de nuestra populosa plaza Baralt. En dichas boticas se vendían de todo y para todo.
De allí nace el dicho popular “De todo como en botica” la primera botica fundada en nuestra Maracaibo del ayer fue fundada por José Simón en el año 1802.
Las boticas dieron paso a lo que se conoce actualmente como farmacias: Las boticas que funcionaban en Maracaibo son historias vivas y presente del gentilicio Zuliano.
Texto: Sarania Fernández/Pasante
Noticia al Día/Cortesía