Viernes 10 de octubre de 2025
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Esta es la historia de la palabra amor

Es una palabra que se dice sin hablar. Dos seres que se aman al mirarse frente a frente lo expresan…

Esta es la historia de la palabra amor
La historia de la palabra amor
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Es una palabra que se dice sin hablar. Dos seres que se aman al mirarse frente a frente lo expresan en silencio. Destellos de luz en la mirada. También algunos cuentan que son "mariposas en el estómago". Si algo tiene el amor como sentimiento es que no se puede ocultar, ni fingir, ni negar.

De sus orígenes conocemos el soñido y la grafía de "amore", pero, tal vez, el más bello y romántico es "amma". Coincidencia feliz es que amor tiene la "a" que nos lleva al principio del alfabeto, comienzo de todo y la "m" que no es otra cosa que MADRE, es más que una palabra: es un dibujo del alma, una pintura en arcoiris de sentimientos y padecimientos.

Aman los poetas y los seres corrientes y sencillos, aman los niños y los viejos, los condenados y los salvados.

Tan importante como el número cero (0) en los números es la palabra amor en todos los idiomas del planeta.

La palabra amor tiene una historia tan antigua y sutil como el propio corazón humano. Su sonido —breve, suave, redondo— encierra siglos de pensamiento, deseo, y ternura. Es una palabra que ha cruzado culturas, religiones y lenguas, y sin embargo, sigue nombrando una emoción que nadie ha logrado definir del todo.

Origen y etimología

Proviene del latín amor, amoris, derivado del verbo amare, que significaba “querer”, “desear”, “sentir afecto”. Algunos filólogos han rastreado su raíz más profunda hasta el protoindoeuropeo amma, palabra que evocaba el llamado del niño hacia su madre: am-ma, una sílaba cálida, un murmullo de necesidad y refugio.
De allí nace, quizá, la primera forma del amor: la búsqueda de protección y cercanía, la certeza de no estar solo.

Evolución y sentidos

Con el paso del tiempo, el término amor comenzó a desbordar los límites de lo puramente maternal o instintivo. En la Roma clásica, amor podía referirse al deseo físico (amor carnalis), pero también a la devoción espiritual (amor divinus). Los poetas latinos —Ovidio, Catulo, Virgilio— dieron al vocablo un brillo humano: una pasión que eleva y destruye, una llama que calienta y consume.

Cuando el cristianismo adoptó el término, lo transformó en una virtud. El amor Dei (amor de Dios) se convirtió en la expresión más alta de la fe y la entrega. En los textos sagrados traducidos al latín, caritas y amor se usaron casi como sinónimos, pero amor conservó algo más tierno, más terreno: el amor de los hombres entre sí, de los padres hacia los hijos, de los amantes que buscan la eternidad en un beso.

El amor en la humanidad

A través de los siglos, la palabra se fue llenando de significados. En la Edad Media, el amor cortés le dio un tono poético y caballeresco: un sentimiento que ennoblece, que exige pureza y sacrificio.
En el Renacimiento, se hizo más humano, más carnal y al mismo tiempo más filosófico: los artistas lo pintaron en cuerpos, los pensadores lo buscaron en la armonía del alma.
Y en la modernidad, amor sigue siendo el centro invisible alrededor del cual giran nuestras vidas, aunque cada generación lo reinvente, lo redefina, lo sufra y lo celebre.

Su significancia íntima

Para las personas, el amor no es sólo una palabra: es un lenguaje completo. Es lo que hace que un rostro se vuelva hogar, que una voz apacigüe la noche, que una ausencia duela más que la herida.
El amor es lo que nos vuelve vulnerables y, a la vez, profundamente humanos. No hay ciencia que lo mida ni tiempo que lo agote. Cada quien lo pronuncia con una entonación distinta, pero en todos resuena lo mismo: la necesidad de permanecer en otro, de ser comprendido, de compartir la vida.

En última instancia, amor es una palabra que nos ha acompañado desde el balbuceo de la especie.
Es el susurro primero y el último aliento.
Un misterio que no envejece.
Una raíz que aún florece cada vez que alguien, con ternura y verdad, la pronuncia.

La palabra amor en la Biblia

En la Biblia

  • En la Reina-Valera 1960 se dice que la palabra amor aparece 208 veces (80 en el Antiguo Testamento y 128 en el Nuevo)
  • En otros análisis, se habla de cifras del orden de 500-600 veces si se consideran diferentes traducciones al inglés u otras versiones.
  • Otra fuente da ~551 veces en la versión en inglés

Con recursos de internet

JC

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