Lunes 01 de diciembre de 2025
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El recorrido del Dr. José Gregorio Hernández por Los Andes venezolanos y las trabas que enfrentó para lograr su anhelado viaje a París

En esta tercera entrega de trabajos especiales a propósito de la canonización de "El Venerable", indagaremos un poco sobre su aventurado regreso a Isnotú y su travesía en otros poblados de Trujillo como Niquitao, Boconó, Betijoque y Valera, además de su paso por la "Ciudad de Los Caballeros" y por San Juan de Colón en el estado Táchira, donde atendió a muchas personas de escasos recursos.

El recorrido del Dr. José Gregorio Hernández por Los Andes venezolanos y las trabas que enfrentó para lograr su anhelado viaje a París
Tras graduarse de médico, José Gregorio Hernández, inició su carrera profesional en Los Andes venezolanos. Foto: Rafael Ángel Terán Barroeta.
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El doctor José Gregorio Hernández se graduó con honores en la Universidad Central de Venezuela (UCV) a mediados de 1888 y justo después de obtener su grado, en vez de quedarse en la capital del país, emprendió un largo viaje hacia Los Andes venezolanos con la firme intención de iniciar su profesión recorriendo varios pueblos en Trujillo, Táchira y Mérida, para reunir dinero y trasladarse a París.

En esta tercera entrega de trabajos especiales a propósito de la canonización de "El Venerable", indagaremos un poco sobre su aventurado regreso a Isnotú y su travesía en otros poblados de Trujillo como Niquitao, Boconó, Betijoque y Valera, además de su paso por la "Ciudad de Los Caballeros" y por San Juan de Colón en el estado Táchira, donde atendió a muchas personas de escasos recursos.

De acuerdo a la investigación realizada por Rafael Ángel Terán Barroeta, titulada "El Ucevista José Gregorio Hernández", El 17 de agosto de 1888, en Caracas, toma el Ferrocarril Caracas-La Guaira, que había sido inaugurado cinco años antes en el gobierno de Antonio Guzmán Blanco y al otro día se embarcó en la Guaira, en un vapor con destino a Puerto Cabello-Curazao- Puerto de Maracaibo- Puerto La Ceiba.

En este punto, tomó el tramo del Ferrocarril de la Ceiba-Sabana Mendoza, inaugurado en 1887. De Sabana Mendoza, partió a lomo de mula hacia Isnotú, con la finalidad de encontrarse con sus familiares en su casa natal. El médico recién graduado buscaba en su terruño o en un pueblo cercano, el lugar indicado para darle rienda suelta a su profesión y reunir fondos para su viaje de estudios a Francia.

Esta travesía, desde que estaba estudiando en Caracas, la tenía planeada junto a su entrañable amigo Santos Aníbal Dominici, a quien constantemente le escribía cartas tras su llegada a Los Andes. Una de estas misivas enviada desde Betijoque el 12 de septiembre de 1888 decía textualmente:

“Ya tú ves que para hacer tan poco tiempo que estoy aquí no deja de ser algo y me da esperanzas de poder reunir dinero suficiente para que hagamos nuestro proyectado viaje a Europa; papá dice que él cree que haré más de tres mil pesos que pongo como cifra indispensable para poder estar algún tiempo en París”

Sin embargo, esta recorrido de "El Venerable" por Los Andes venezolanos para reunir dinero y viajar al exterior, no cumplió sus expectativas por una serie de problemáticas que tuvo que enfrentar desde su tierra natal en Isnotú. Una carta escrita a su amigo Santos Aníbal en 1889, expresa el sentimiento que embargaba a José Gregorio Hernández, pues no contaba con la simpatía de los gobernantes de turno.

"Por fin como que va a suceder lo que tanto habíamos temido; me dijo un amigo que en el gobierno de aquí se me ha marcado como godo (ricachón) y que se estaba discutiendo mi expulsión del Estado o más
bien si me enviarían preso a Caracas; yo pensaba escribirle a tu papá para que me aconsejara en qué lugar de oriente podré situarme, porque es indudable que lo que quieren es que yo me vaya de aquí…

¿Si me echan de aquí a dónde voy? esta es mi duda. Como tu comprendes, sin que yo haya dado lugar a nada, porque solamente me preocupan mis libros. Le escribí al Dr. González, diciéndole que me quiero ir y le dejo entender el motivo; y le hago a él la misma pregunta”.

El Dr. Santos Aníbal, en la introducción que realiza a la publicación de su “Epistolario”, indica que esas cartas: “ refieren las aventuras e impresiones del novicio que busca en la región nativa, sitio apropiado en donde comenzar la benefactora carrera que ha de llevarlo a la cumbre del ejercicio profesional y a
brillar como lumbrera científica de primera magnitud” ; y seguidamente agrega:

“Son además documentos históricos, no solo por tratarse de la primera época de aquella eximia personalidad, sino porque pintan el peculiar ambiente serrano de hace más de medio siglo, en el cual se efectuaron los ensayos iniciales del médico insigne, hasta el día en que una vulgar intriga, muy criolla,
para bien suyo y de la humanidad, lo obliga a partir de aquellos campos súbitamente hostiles”

El 3 de abril de 1889 José Gregorio parte de Isnotú con destino a Caracas con la firme convicción de que la única forma de viajar al extranjero era radicarse y trabajar en la capital del país. Gracias a su viejo maestro de Fisiología e Higiene, el eminente Calixto González, consiguió que el gobierno del Dr. Juan Pablo Rojas Paul, (presidente de Venezuela entre 1888-1890) lo becara para viajar y seguirse formando.

Es así como "El Venerable" logra materializar su viaje y lo envían a estudiar en Francia y Alemania las materias de Histología Normal y Patológica, Fisiología Experimental y Bacteriología, cuya enseñanza debía él fundar dos años más tarde en 1891 cuando regresara al Hospital Vargas en la Gran Caracas, y regir con la mayor brillantez hasta su muerte, por más de veinte y ocho años.

Noticia al Día / Con información de Rafael Ángel Terán Barroeta "El Ucevista José Gregorio Hernández"

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