En todo el cuerpo humano se buscó a algún órgano, con ganas de contar su historia, muchos estaban ocupados o poco dispuestos. En especial las piernas, quiénes a pesar de ser hermosas, tenían muy mal carácter. Ellas se cruzaron y no querían dar paso, mientras los pies estaban indiferentes sobre el tema.
Aun cuando parecía que ningún otro iba a atendernos, las piernas se acordaron de alguieb que siempre le gusta hablar de sí misma, aunque al principio suele ser tímida, era por así decirlo su vecina y esa es la vagina.
Subimos poco a poco, mientras se apreciaba cada pelo, cicatriz y poros abiertos que las piernas tenían. Ellas se abrieron para que fuese el acceso más fácil hacia la vagina, hasta que finalmente llegamos.
“Hola, la barriga me contó que los vio en busca de un órgano que estuviese dispuesto a contar su historia, así que me gustaría presentarme, muchas personas me llaman vagina y soy el órgano sexual femenino”. Mencionó la señora. “Por arriba están mis otros hermanos, el monte Venus, el clítoris, la abertura de la uretra, los labios externos, los labios internos y finalmente la entrada vaginal, que soy yo”.
Ella comentó como cada uno de sus hermanos era importante para ella. Inició comentando como el monte venus a pesar de parecer un loco despelucado, era el protector de todas las demás, ya que colabora con la protección de los genitales internos y externos. “Además de eso, cuando tengo ganas de un cariño por parte de un órgano masculino, permite que el contacto no sea tan agresivo o duro para mí”, resaltó ella.
También habló como el monte venus tenía favoritismo con sus hermanas, los labios mayores y los labios menores: “Los labios mayores, son carnosos y voluminosos, ellas encierran a los demás órganos externos y los protegen, también suele ser muy velludo en la pubertad y produce secreciones lubricantes por las glándulas sudoríparas y sebáceas que ayudan en ese proceso”. Comentó.
Al hablar de los labios menores, la vagina enfatizó como les parecía ellas las más lindas, porque suele ponerse en un tono rosáceo debido a la gran cantidad de productos sanguíneos. Pero, aunque parezca la más joven, sabe cómo hacer las cosas, ya que, durante la estimulación sexual, los vasos sanguíneos se congestionan con la sangre, permitiendo que ella se hinche y se ponga más sensible y traviesa durante la estimulación.
“Hay una hermana que es un poco soberbia”, mencionó la vagina. Esa aclaración mantuvo en duda sobre a quién se refería ella. Sin embargo, la vagina respiro profundo y dijo: “Me refiero al clítoris, ella se define a sí misma como la perdición de los hombres”. Comentó la vagina, en un tono sarcástico. “Porque yo soy el único órgano dedicado exclusivamente al placer y lo peor es que muchos no me encuentran ni me estimulan correctamente” Intervino el clítoris.
A la vagina pareció no agradarle esa intervención y continúo el clítoris diciendo: “Durante muchos años, yo he sido el órgano más olvidado en cuanto a los estudios del aparato reproductivo de la mujer, pero, ¿quién era la protagonista en todos esos estudios?, no eran los labios menores, era la vagina, por el papel tan importante que tenía con respecto a la reproducción de la mujer”.
La vagina comentó como el clítoris tiene una actitud un poco predispuesta, porque sus primas de África fueron asesinadas, debido a la frecuente práctica de la mutilación parcial o total del clítoris y de los órganos sexuales externos. “Allá a las pequeñas le hacen eso, como parte de un ritual que sirve como iniciación en la etapa de la pubertad. Pero en realidad, el único objetivo de esta práctica es garantizar de que las mujeres no descubran lo que es el orgasmo, el placer sexual y que puedan llegar vírgenes al matrimonio y el clítoris se siente mal por eso”.
Después pasó a hablarme sobre su otra hermana la entrada de la uretra, quién vive al lado del clítoris y es por donde sale la orina.
“Y luego estoy yo, que gracias a mi es por donde los bebés y el periodo menstrual salen del cuerpo” Comentó la vagina. “Sobre mí puedo contarte muchas cosas, yo desde el nacimiento estoy protegida por el himen, es una membrana que puede romperse por ciertos factores, como la actividad física, la masturbación, los tampones o la primera actividad sexual; también estoy formada por tejidos fibromusculosos y eso me permite ser muy elástica. También soy capaz de eliminar el moco cervical que es secretado por el cuello uterino, días después y antes de la fase de ovulación”. Dijo la vagina.
“Gracias a mí el órgano masculino puede darme cariño y en mí se depositan los espermatozoides, Además, también está conmigo el punto g cuya estimulación también genera placer durante la actividad sexual. Sin embargo, no todo es maravilloso; yo intento cuidarme mucho, porque hay ciertas bacterias, hongos, productos de limpieza, virus, que pueden generarme picazón, ardor o secreción vaginal y no sólo eso, también la mala limpieza o la menopausia me puede generar una enfermedad llamada vaginitis y suelo saber que la tengo, cuando mi secreción vaginal es muy fuerte, por eso me pone contenta cuando estoy bien de salud”.
La vagina resaltó como se debía tener cuidado de no recibir cariño de cualquier órgano masculino, ya que hay algunos que tienen enfermedades de transmisión sexual: “Y en los casos graves, también tengo el riesgo, si no me cuido de forma correcta, de padecer cáncer vaginal o cáncer vulvar, que provoca sangrados anormales”.
Después de todo lo que me contó y el tiempo que invirtió, definitivamente aprendí de ella, sus familiares, sus gustos, lo que suele ocasionarle alergias y lo que la pone feliz. Que, aunque era complicada y tímida, también es maravillosa y hermosa, con un toque de humildad, así es la vagina, muchos sólo la recuerdan como el órgano sexual por donde salen los bebés, en cambio, al menos de mi parte, prefiero decir que es algo mucho más que eso, es quién de alguna manera, hace que la mujer pueda ser ella y se sienta bien con quién es.
Elianny Isabel Touissant/Pasante
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