Lectura del santo evangelio según san Juan (14,15-21):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque. no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
Palabra del Señor
Reflexión del Santo Evangelio por Alfredo Reyes Labarca
El evangelio de hoy nos habla del amor de Jesús hacia sus discípulos y de cómo, a través del cumplimiento de sus mandamientos, podemos demostrar nuestro amor hacia Él. Jesús promete enviar otro Paráclito, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con nosotros y nos guíe en nuestro camino. Este Espíritu no es entendido por el mundo, pero los discípulos lo conocen y lo tienen en ellos.
Jesús asegura a sus discípulos que no los dejará huérfanos, sino que volverá a ellos. Él vive y, por lo tanto, aquellos que creen en Él también vivirán. Jesús está en el Padre y los discípulos están en Él, y Él está en ellos. La relación entre Jesús y sus discípulos es una relación de amor y unidad.
El amor a Jesús debe ser demostrado a través del cumplimiento de sus mandamientos. Aquellos que aman a Jesús serán amados por el Padre y por Él mismo, y Él se manifestará a ellos. Este evangelio nos invita a reflexionar sobre cómo estamos demostrando nuestro amor hacia Jesús en nuestras vidas diarias, y cómo podemos seguir sus mandamientos para estar en comunión con Él.
A. Reyes Labarca
Noticia al Día