La historia muestra acciones terribles y crueles, la barbaria y la brutalidad dieron pie a hechos como el asedio a Barcelona-España bajo el dominio de Almanzor, musulmán quien ordenó lanzar con catapultas cabezas de cristianos a razón de mil por día.
En el año 985 el caudillo andalusí, Almanzor comienza el asedio de Barcelona. La flota califal bloquea el Puerto de Barcelona mientras desde tierra se emplean catapultas para lanzar cabezas de prisioneros sobre la ciudad, a razón de mil al día de acuerdo con las crónicas de la época.
El asedio de Barcelona ocurrió en julio de 985 y fue un enfrentamiento militar entre las fuerzas del Califato de Córdoba, lideradas por Almanzor, y las del Condado de Barcelona, dirigidas por el vizconde Udalardo. Tristemente, la ciudad homónima sufrió una destrucción total a manos de las tropas musulmanas.
Antes de este conflicto, Barcelona había prosperado al controlar el comercio entre el Califato y el Imperio carolingio, sin embargo, con la llegada al poder de Almanzor en 976, la situación cambió. La superioridad militar, económica y cultural del Califato permitió a Almanzor llevar a cabo una política de terror contra los Estados cristianos, y Barcelona no fue la excepción.
Después de un largo asedio, los ejércitos de Almanzor lograron traspasar las murallas de la ciudad, devastándola por completo y llevando a sus habitantes como esclavos de vuelta a Córdoba. Este trágico evento marcó un punto crucial en la historia de Barcelona y dejó una profunda huella en la memoria colectiva de la ciudad.
Durante el asedio de Barcelona, las tácticas militares eran brutales. Las fuerzas de Almanzor, en su intento por aterrorizar a la población, lanzaban las cabezas de los enemigos sobre las murallas de la ciudad. Este acto macabro tenía como objetivo minar la moral de los defensores y crear un ambiente de terror. Sin duda, fue un período oscuro y violento en la historia de la ciudad.
Con recursos de internet
