La sonda Juno capta una formación única que refleja la creatividad humana ante lo cósmico (NASA). En la inmensidad del universo, incluso los fenómenos más efímeros pueden despertar la imaginación humana.
Un ejemplo reciente de ello es una sorprendente imagen de Júpiter, capturada por la sonda Juno de la NASA, que muestra una formación nubosa con la forma distintiva de un delfín.
Este fenómeno, conocido como pareidolia, ocurre cuando el cerebro humano interpreta patrones aleatorios como figuras familiares.
Aunque la “nube delfín" desapareció en cuestión de segundos, su imagen sigue siendo un recordatorio del vínculo entre el arte y la ciencia que caracteriza la exploración espacial.
Juno, diseñada para estudiar el planeta más grande del sistema solar, no solo ha transformado nuestra comprensión científica de Júpiter, sino que también ha ofrecido una nueva perspectiva artística del cosmos.
Desde su llegada al planeta en 2016, esta sonda ha registrado imágenes y datos que deslumbran tanto a los científicos como al público general, mostrando fenómenos naturales que combinan belleza y misterio.
Lanzada el 5 de agosto de 2011, la misión Juno fue diseñada para responder preguntas fundamentales sobre Júpiter, su formación y su papel en el sistema solar.
Llegó al planeta en julio de 2016 y ha permanecido en su órbita desde entonces, equipada con instrumentos avanzados como el espectrógrafo de imágenes JIRAM y el radiómetro de microondas MWR.
Estas herramientas han permitido a los investigadores examinar la composición, la magnetosfera y las tormentas del gigante gaseoso.
Una de las principales contribuciones de Juno ha sido revelar cómo Júpiter influye en sus lunas, especialmente Europa y Ganímedes, consideradas candidatas para albergar vida en sus océanos subterráneos.
Los datos recopilados por Juno no solo ayudan a comprender Júpiter, sino que también proporcionan pistas sobre la evolución de otros sistemas planetarios.
Noticia al Dia / Infobae