La fe del pueblo venezolano se alza en oración y esperanza mientras la Iglesia Católica avanza en el proceso de canonización de dos de sus más grandes figuras de devoción: el Dr. José Gregorio Hernández Cisneros y la Madre Carmen Rendiles Martínez. Sus historias, marcadas por la ciencia, la caridad y milagros que desafían toda explicación, son un testimonio viviente del poder transformador de la fe y la intercesión.
Los expedientes que sustentan estos caminos a los altares han revelado portentos extraordinarios, cada uno con un profundo significado para la nación.
El milagro de la niña Yaxury: La fe de una Madre contra la desesperanza
La historia de Yaxury Solórzano Ortega, en el estado Guárico, es una crónica de dolor, valentía y sanación inexplicable. El 10 de marzo de 2017, la niña de 10 años sufrió una herida de bala en la cabeza durante un robo, quedando gravemente herida y desangrándose. Tras un periplo de cuatro horas por caminos intrincados y ríos para alcanzar el hospital, la situación se tornó crítica: sin neurocirujano disponible y con una pérdida severa de masa encefálica.
Su madre, devota del “Médico de los Pobres”, se aferró a la oración. Antes de la cirugía de pronóstico reservada, la madre aseguró haber sentido una paz inmensa tras pedirle a José Gregorio Hernández que intercediera por su hija.

El pronóstico médico era devastador: incluso si sobrevivía, Yaxury enfrentaría graves secuelas, quedando con discapacidad motriz, lingüística, de memoria y visión. Sin embargo, cuatro días después de la intervención, la niña comenzó a reaccionar positivamente. A los 20 días, salió del hospital completamente sana, caminando, hablando y viendo sin dificultad .
En diciembre de 2018, una tomografía ordenada por el tribunal mostró que la lesión cerebral persistía, pero la niña, ahora con 12 años, estaba totalmente asintomática y sin secuelas, desafiando el pronóstico del neurocirujano. Este hecho, calificado como inexplicable por el tribunal, fue uno de los milagros concedidos al médico para ser beatificado.
El don de la Dra. Trinette y la restauración de lo perdido
La Dra. Trinette Durán, es una mujer de fe y ciencia, cuya pasión por la medicina, el arte y la vida se vio amenazada por una grave dolencia en su brazo derecho, secuela de una descarga eléctrica. A pesar de consultar a 21 especialistas, su brazo se atrofiaba y el dolor persistía, obligándola a inmovilizarlo y enfrentar una cirugía compleja con pronósticos inciertos.
Llevada por un impulso, la Dra. Trinette visitó el Colegio Belén, donde reposan los restos de la Madre Carmen Rendiles . Allí, al orar y contemplar el retrato de la religiosa, experimentó un fenómeno místico e inexplicable: una luz intensa envolvió su cabeza y su brazo, acompañada de una sensación de calor inmenso. Posterior a ello, se desmayó, y al volver en sí, el dolor había desaparecido por completo.

La operación prevista ese día fue suspendida por una lluvia torrencial. Tres días después, durante una eucaristía, la Dra. Durán, descubrió el profundo simbolismo de su sanación: a la Madre Carmen, también le faltaba un brazo. Un sacerdote comentó en la homilía: “Como que se lo regaló a la doctora para que ella siga ejerciendo su profesión”.
Contra todo pronóstico, y sin someterse a la cirugía, la Dra. Trinette Durán, recuperó por completa la movilidad y fuerza de su brazo. Su caso resalta que para los milagros no solo se necesita la intercesión, sino también "una gran fe en Dios".
Estos dos milagros, que elevaron a José Gregorio Hernández a los altares y confirmaron la santidad de la Madre Carmen Rendiles, representan mucho más que un reconocimiento eclesiástico.
La feligresía venezolana espera con el corazón, confiada en que la fe, como demostraron Yaxury y la Dra. Trinette Durán, es la verdadera medicina del alma.
Noticia Al Dia / Arelys Munda