"Buenos días, en qué le podemos servir!.
Nos recibe un hombre de contextura fuerte y de color, en el mostrador de las pocas perfumerías esotéricas que quedan en el centro de la ciudad
"¿Qué desea?", insiste, ofreciendo todo el material "espiritual", incluyendo folletos con rituales.
Vuelve y repregunta rápidamente: "¿Le montaron un ‘trabajo’? Lo ayudamos a salir de eso. ¿Quiere cobritos?, ¿o tiene algún mal de salud que lo aqueja aquí se lo resolvemos".
Los creyentes acuden a estos sitios muy populares en el centro de Maracaibo, establecidos desde hace más de 40 años en los alrededores de la Plaza Baralt.
Unos van en busca de alivio para las más variadas afecciones y enfermedades, desde dolores musculares crónicos, hasta diabetes, cáncer, hipertensión, ACV y otros esperanzados en lograr que su "amor eterno" regrese y mediante rituales que combinan con el fuego de las velas, el humo de tabacos y la invocación de “espíritus sanadores”, junto a una imagen de San Valentín, casi al tamaño natural, se lanzan al ruedo espiritual con saumerios y demás hierbas aromáticas que le garantizan la felicidad y sanación.
La mayoría están motivados por una fe que encontró tierra fértil en Venezuela hace cientos de años, buscan ayuda por recomendación de familiares y amigos, en momentos de desesperación por no tener suficiente dinero para pagar una consulta médica privada o simplemente porque están convencidos de que es a través de lo espiritual que conseguirán el amor perdido.
Es así como abundan los que en buena medida se tratan con un espiritista por el recelo de ir a un hospital público y les "receta" en principio una "destrancadera" para conseguir alivio a sus males.
Ayer conocimos en un recorrido que realizamos, que muchos de estos "sanadores espirituales” se fueron del país a "probar suerte " en otras naciones; una mayoría a Colombia, donde tienen mucho prestigio los "santeros" venezolanos por sus prácticas curativas.
Los preparados y creencias
Sus devotos pertenecen a todas las clases sociales, y la Iglesia católica objeta este culto y sus prácticas no se han podido eliminar.
Los curanderos recetan infusiones y otros preparados elaborados con plantas conocidas ancestralmente por tener propiedades terapéuticas, hierbas para baños que dan felicidad y permiten que regrese aquella mujer o el hombre que alguna vez dejó el "pelero" o darle palmadas con rituales al Buda para que nos traiga riqueza.
Algunos dicen hoy en día que los "pacientes " se atienden tengan o no dinero, porque la salud no tiene precio, aunque de todas maneras reciben cantidades de dinero consideradas como donativos o regalías.
“Creo en mis espíritus, creo en María Lionza”, dijo Mireya Suárez, de 69 años, quien también manifestó que cree en la medicina moderna, pero no puede costear el elevado costo de los tratamientos para mantener controlada la diabetes.
“Uno tiene que buscar una alternativa” en momentos que la mayoría de los venezolanos no tienen la capacidad de satisfacer la totalidad de sus necesidades básicas de alimentación y salud, dijo Miguel Ariza, quien acudió en busca de algo que le brinde suerte en el juego de carreras de caballos.
"A mí me dejó mi mujer (Isabel), iba a enloquecer, no podía dormir sin ella, y mis santeros me ayudaron a rescatarla", contó Carlos Pernia, un vendedor de hortalizas que se sintió satisfecho del cambio que había dado su pareja, a pesar de los cuernos que le había puesto, pero ya era otra persona y se lo debía a sus tres "héroes": Guaicaipuro, María Lionza y la Negra Matea.
"Un trabajo" excepcional que le montamos, con la ayuda de mis santeros, hizo que dejara al hombre con el que se había ido a Colombia y vino a mis pies pidiendo perdón", tal como me lo dijo en un sueño el Indio Guaicaipuro.
Los cortes
El llamado CORTE Libertador agrupa a los héroes de la independencia venezolana, estando encabezada por el Padre de la Patria Simón Bolívar, Guzmán Blanco, Negro Felipe, Negra Hipólita, Negra Matea, Negro Primero, Páez, Urdaneta, Arismendi y Sucre.
La Corte Malandra ha sido una especie de coartada en Venezuela, para los individuos que militan en organizaciones criminales como el narcotráfico o el proxenetismo, es decir, la prostitución.
La devoción a estos personajes, armados con pistolas de yeso y adornados con rosarios, que se mueve en el bajo mundo en Venezuela y su búsqueda es para tener suerte en el crimen.
La santería gana adeptos
En un país donde nueve de cada diez personas dicen ser católicas, la santería y el espiritismo gana cada vez más adeptos.
Algunas estimaciones aseguran que los seguidores de estos cultos alcanzan 30 % de unos 30 millones de venezolanos.
El antropólogo Ronny Velásquez asegura que la mitad de la población practica, de alguna u otra forma, ya sea el espiritismo o la santería.
Cultos
La santería es un sistema de cultos que combina elementos de distintas creencias y práctica
Forma parte del llamado sincretismo religioso, que tiene en el vudú haitiano una de sus principales representaciones.
Dicen los expertos que el espiritismo, en tanto, incorpora la posibilidad de comunicarse con los espíritus de los muertos a través de un médium, o de otras formas.
Notícia al Día
Fotos: José López
.