Martes 26 de noviembre de 2024
Al Dia

Zoofilia, el deseo que suele darse en zonas rurales por el aislamiento

La sexualidad es una dimensión compleja y variada. Pero existen personas cuyo objeto de deseo se encuentra fuertemente restringido a…

Zoofilia, el deseo que suele darse en zonas rurales por el aislamiento
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

La sexualidad es una dimensión compleja y variada. Pero existen personas cuyo objeto de deseo se encuentra fuertemente restringido a un aspecto, deseando o realizando prácticas sexuales con seres vivos u objetos inanimados que no consienten o no tienen la suficiente capacidad para tomar la decisión de consentir, cuya activación sexual depende de la presencia de dolor o humillación propia o de la otra persona. Estas personas padecen el tipo de trastornos conocidos como parafilias.

Este tipo de trastorno se da de manera continuada en el tiempo y provoca un elevado nivel de malestar en la persona, al tener de manera recurrente fuertes fantasías sexuales que incluyen actos o actores que el propio sujeto o la sociedad rechaza. E incluso en los casos de parafilias en las que las personas no presentan malestar, el hecho de tener un objeto de deseo restringido provoca que vean parte de su vida limitada.

La zoofilia como trastorno parafílico


Una de las parafilias más conocidas es la zoofilia o bestialismo. Este trastorno de la inclinación sexual supone la existencia de una atracción sexual consistente a lo largo del tiempo hacia otros animales no humanos. También llamada bestialismo en los casos en que el sujeto consuma sus fantasías, este trastorno tiene graves efectos en quienes lo sufren.

Concretamente, suelen ser sujetos que se avergüenzan de los actos que cometen, causando sensaciones de ansiedad y malestar (cosa que puede provocar la reincidencia del acto como método para aliviar dicha ansiedad), además de facilitar un deterioro continuado a nivel social e incluso laboral.

El nivel de atracción y el ser objeto de deseo puede ser muy variable. Existen personas zoofilicas que presentan una fijación con una especie en concreto y otros que se sienten atraídos por diversas especies. Hay que tener en cuenta que algunas prácticas zoofílicas son llevadas a cabo de manera sustitutoria ante la imposibilidad de acceder al objeto de deseo verdadero, siendo éste las personas. Sin embargo el sujeto zoofilico sí tiende a tener mayor preferencia por seres no humanos.

Además de ello, hay que tener en cuenta que la zoofilia es una práctica penada por ley en múltiples países (incluyendo el nuestro, España), debido al abuso que se comete con el animal en cuestión. El mantenimiento de relaciones sexuales con animales puede provocar también la transmisión de enfermedades severas, apareciendo infecciones de transmisión sexual como el linfogranuloma venéreo y otras alteraciones que pueden provocar grandes problemas en la calidad de vida de la persona. Asimismo, pueden provocarse durante el acto lesiones físicas tanto en persona como en animal, así como alteraciones conductuales posteriores a la cópula.

Posibles causas de la conducta zoofílica


Si bien no se conoce su prevalencia exacta (quienes tienen una parafilia no suelen admitirla), este trastorno catalogado como parafilia no especificada no es frecuente en la población general. El mecanismo que provoca que un ser humano establezca en seres de otras especies su objeto de deseo sexual no es aún conocido.

Zonas aisladas

Puede haber una zoofilia oportunista, ocasional, en situaciones de aislamiento y en personas con deficiencias intelectuales.

Las prácticas zoofílicas suelen darse en zonas aisladas y de difícil acceso, generalmente en ámbitos rurales. En este tipo de ambientes el contacto humano puede llegar a estar muy limitado, mientras que el acceso al ganado y otros animales es relativamente sencillo. Esta es una de las características comunes entre las personas con zoofilia: la soledad y el aislamiento.

Noticia al Día con información de Psicología y Mente

Noticias Relacionadas