Un día cualquiera, en medio de la rutina de la empresa, apareció un pequeño visitante inesperado. Era un perrito callejero, delgadito, con el pelaje escaso y enmarañado y la mirada cansada de quien ha luchado demasiado contra la vida. Sus patitas temblaban y su cuerpo mostraba las marcas del abandono: estaba enfermito, lleno de parásitos, gusanos y con hambre tanto de cariño como de alimento.
En un extremo estado de desnutrición, con cinco lesiones de gusanos profundas y uno ojos que dejaban ver una vida plagada de miserias y rechazo humano. Así llegó Vikingo a las puertas de una empresa marabina Enfoques Publicidad, especializada en el estampado y sublimación de franelas.

Pero, el dueño de la empresa, no pudo resistirse a los humildes y suplicantes ojos del inocente animal. Tomó un paño viejo y lo llevó al veterinario.

Un tratamiento intensivo para fortalecer sus defensas y desparasitarlo fue el primer camino. Además de un cuidado especial para que sobreviviera al moquillo que había adquirido.
Los empleados no tardaron en tomarle cariño. Lo llamaron “Vikingo” por considerarlo un luchador tomando en cuenta que así se llamaba a los navegantes, exploradores, comerciantes y, en algunos casos, guerreros procedentes de las regiones escandinavas.

Actualmente, el cuerpo en otrora despellejado de Vikingo luce un hermoso pelaje blanco con manchas marrones y cuando se le pregunta a los trabajadores quién es su compañero favorito no dudan en señalarlo: “Viki me enseñó a creer que existen las segundas oportunidades”, reflexiona el dueño del negocio.

Un perrito callejero en Maracaibo enfrenta una vida muy dura: hambre, enfermedades, parásitos, accidentes, maltrato y el abandono constante, todo lo cual reduce drásticamente sus posibilidades de sobrevivir.

Sin embargo, cada acto de compasión cambia ese destino: con alimento, cuidados y cariño, un perrito que apenas tenía unos pocos años asegurados puede duplicar su vida y, más importante aún, descubrir lo que significa vivir con dignidad y amor.


Vikingo es un ejemplo de lucha, de segundas oportunidades y de que se puede seguir creyendo en la humanidad.

Noticia al Día/Texto Maidolis Ramones