Jueves 08 de mayo de 2025
Al Dia

Una historia de amor en el Baralt: Isabel subyuga a Ojeda y corona su vida

Tiempo ha, emprendí una acción estética desde la escritura escénica: rescatar todos nuestros mitos y leyendas para traerlos hacia la…

Una historia de amor en el Baralt: Isabel subyuga a Ojeda y corona su vida
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Tiempo ha, emprendí una acción estética desde la escritura escénica: rescatar todos nuestros mitos y leyendas para traerlos hacia la luz inmarcesible del arte. He entendido muy temprano en mi vida que la cultura es esencialmente eso: descubrir y develar ante el mundo la titánica grandeza de nuestra condición ínfima.

Foto: Cortesía

Es por ello que he intentado afinar mis textos desde la clave de la física cuántica: lo que no se comprende se explica a través de la energía y la magia del amor. He ahí la verdadera fortaleza de nuestra identidad.

El pasado domingo, en hora de vermouth, en un tiempo de “misa de once llamando a rito de bronce”, disfruté muchísimo con la versión coreográfica de Deinys Luque y el elenco de espléndidas danzarinas de Danzaluz, la casa que la maestra Marisol Ferrari construyó y a quien Ameley Rivera mencionó con dilección especial cuando agradeció el Botón que le entregaron como reconocimiento a su trayectoria de arte y formación.

Foto: Cortesía

El director de cultura de LUZ, Jon Aitor Romano, acompañola durante el tributo. Honores regios…Muy pocos escritores, artistas y esteras eludirán el natural interés que genera la historia de amor, leyenda o no, mito o sí, de la núbil indígena, Isabel con el conquistador Alonzo de Ojeda. Han sido los notables Cronistas de Indias quienes han documentado la terrible saga genocida que involucró la Conquista, emprendida a sangre y fuego.

Foto: Cortesía

Pero la historia de amor es un hito, un oasis en medio de la devastación cultural y simbólica Ahí ancla la propuesta coreográfica de “Isabela: Luna de amor y ausencia” idea original de Luque, quien también baila en su coreografía épica y alucinante por instantes, con música original de José David Meza.

Foto: Cortesía

Puro talento local, habilitado desde la interacción constructiva de Gilberto Rincón. 70 minutos de danza contemporánea donde destaca Valeria Casas, en el protagónico de Isabel, con Melany Bracho, interpretando La Luna, acompañados por María José Petit, Arelis Montiel, Paula Sibada, Rosyliú Fuenmayor, Amelia Núñez, María Hernández y Luz Boscán, todas ellas Isabelas.

Foto: Cortesía

Deinys Luque bailó a Ojeda y hubo vértigo y asombro fluyendo entre ocho cubos-espejo que comprimen el tiempo y el espacio, concediendo ese aire de inmaterialidad y hechizo amoroso del discurso estético.

Con Rincón compartíamos la dimensión creativa de “un artista que aprendió a bailar en un ambiente donde se valoró sus esfuerzos, constancia y talento, bien formado, eso causó que su fe y optimismo hiciera de su Danza la herramienta para expresarse y ser ejemplo para la comunidad artística venezolana o extranjera. Hugo Barboza fue un visionario al recibirlo y enseñarle mucho de lo que sabe, vio sus talentos y entendió que la danza lo haría libre para llevar su mensaje de igualdad al mundo.

Foto: Cortesía

Luego todos los que le apoyamos hemos creído en él, y honra nuestra dedicación cada vez que sube a escena con sus creaciones. Deynis Luque le dió a Danzaluz el valor para afrontar estos años de dificultades, puesto que no le tiene miedo a nada, vive una vida creyente optimista.

Foto: Cortesía

Nosotros no lo nombramos como Artista Sordo por un cliché, es porque el lo decidió para enviar su mensaje de igualdad y para que las personas supieran que su lengua materna es la Lengua de Señas, su identidad viene de la Cultura Sorda, la promueve y fomenta, hace parte de ello en su escena”.

Foto: Cortesía

Cuenta la historia oficial que “las guarichas fueron mujeres movidas por la idea de seguir a sus esposos o hermanos hacia los campos de batalla”. Danzaluz cuenta la historia de una de ellas: la bellísima Palaaira Jinnu, quien embarcó con Ojeda y luego asumió su bautismo cristiano como Isabel.

Luego se casaron y se amaron de por vida. Ni la muerte pudo separarlos. Dijeron las crónicas que él solo tenía ojos para ella y ella para él y que sus miradas delataban el amor que ambos se profesaban. Ojeda la llevó orgullosamente a España, la vistió con las mejores telas y brocados castellanos y con ella entró en la corte de los Reyes Católicos donde causó una profunda impresión.

Sobre su tumba murió ella. Sobre el escenario del Teatro Baralt renacieron ambos, hechos todos, este domingo de ensueño e historia.

Alexis Blanco

(Fotos de @romantorresv).

Temas:

Noticias Relacionadas