Miércoles 26 de junio de 2024
Al Dia

Una arremetida feroz de los yukpas se apodera del “negocio clandestino” de gasolina en Maracaibo y San Francisco

-Una arremetida feroz de los yukpas se apodera en este momento del “negocio clandestino” de la gasolina en Maracaibo. Aquellos…

Una arremetida feroz de los yukpas se apodera del “negocio clandestino” de gasolina en Maracaibo y San Francisco
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-Una arremetida feroz de los yukpas se apodera en este momento del “negocio clandestino” de la gasolina en Maracaibo.

Aquellos hombres y mujeres seminómada, recolectores de frutas, cazadores, pescadores y agricultores, que vivían de lo que la naturaleza les ofrecía arriba en la Sierra de Perijá, ahora se quitaron sus guayucos, y sus rudimentarias armas de cacería, para ponerse camisa y pantalón calzarse las cotizas y enfrentar a los dueños de las estaciones de servicio de Maracaibo y San Francisco a obligarlos a que les den gratis, hasta 400 litros de gasolina diariamente por persona o se atienen a las consecuencias.


Ahora parece que no existe ley para frenar este negocio de los yukpas. Nadie se quiere meter a buscar una solución por temor a represalias, o al que dirá la opinión pública, sobre todo en estos tiempos electoreros, que no es recomendable por aquello de los Derechos Humanos y la cultura del “pobrecito ellos, como son indios”.

La situación que se está registrando en la Circunvalación Uno, a la altura del distribuidor que colinda con el municipio San Francisco, es sumamente grave, ahí ubicaron "la bomba de gasolina central" con pinpinas escondidas en cerros de basura y todo tipo de desperdicios, con ranchos de palma y tablas, que son materia fácil para la combustión de registrarse un incendio con pérdidas muy lamentables en cualquier momento, porque en el mismo sitio tienen sus familias que duermen en el suelo y algunos en chinchorros.


Adultos, adolescentes y niños de esa etnia, participan en la atención a los clientes; las mujeres de la comunidad, la mayor parte del tiempo, se encargan de las labores domésticas en plena vía pública donde es colocada la "alcabala móvil". Por guardia se ubican en improvisados kioskos donde ofrecen el combustible a precios razonable, desde un litro en adelante. Ya las bases del negocio se extendieron hasta San Francisco donde también "trabajan" día y noche.

Más grave es, que muchos conductores se hacen cómplice de esta terrible situación ilegal y prefieren acudir a esta alternativa improvisada e insegura, antes que hacer las colas que reaparecieron recientemente en las gasolineras de la capital zuliana.

En los últimos días, varias estaciones de servicio permanecen cerradas, por esta situación que se presenta. Otras se enfrentan al caso y buscan la manera de que los gobiernos nacionales, regionales y municipales actúen y dejen de “pelotearse” la gravísima situación.

"Eso no me compete a mi, eso es nacional" se ha escuchado decir en programas de radio y tv a funcionarios públicos que han sido consultados. Otros han dicho: "Eso está ocurriendo en el municipio que no es el mío, el que yo dirijo". Uno que otro, sacudiéndose el flux ha dicho de manera tajante: "Yo con los indios no me meto".

Lo cierto es, que esos habitantes nuestros dejaron su hábitat por falta de atención allá arriba en la Sierra y se vinieron a quitar la gasolina a "trocha y mocha" a las estaciones de servicios porque se dieron cuenta que es el "negocio del siglo" y ahora sacarlos costará "Dios y su ayuda".


Se conoce la existencia del artículo 123 de la Constitución sobre los pueblos indígenas, donde se expresa que tienen derecho a mantener y promover sus propias prácticas económicas basadas en la reciprocidad, la solidaridad y el intercambio; sus actividades productivas tradicionales, su participación en la economía nacional y a definir sus prioridades.
Pero no de esta manera, y hay que actuar a la brevedad posible con una solución en mano antes de que ocurra una desgracia.

Noticia al Día

Javier Sánchez

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