Jueves 27 de noviembre de 2025
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Un sueño que crece: Desechos convertidos en pupitres sostenibles

La Fundación El Zulia Recicla, destaca como ejemplo de innovación y compromiso ambiental en la región y en el país, demostrando con pasión y creatividad que los desechos sólidos son en realidad valiosos recursos.

Un sueño que crece: Desechos convertidos en pupitres sostenibles
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La Fundación El Zulia Recicla, destaca como ejemplo de innovación y compromiso ambiental en la región y en el país, demostrando con pasión y creatividad que los desechos sólidos son en realidad valiosos recursos.

Su misión se cimienta en los valores de Reeducar, Repensar, Reconocer, Conservar y Preservar el ambiente que va mucho más allá de la simple recolección: busca elevar la calidad de vida a través de la sensibilización y la reutilización.

Este noble proyecto, que nació de una chispa de curiosidad en 2018 por parte de José Antonio Bracho y su equipo de estudiantes en el Colegio Rosmini, ha evolucionado hasta convertirse en una sólida iniciativa liderada por el ingeniero químico y profesor de la Universidad del Zulia, Nicolino Bracho y la arquitecta y también profesora de la URU, Grisel Mercadante junto a un equipo central compuesto por 10 personas dedicadas a esta hermosa labor.

De basura a mobiliario: La magia de la termodifusión

El corazón del proyecto predomina en la fabricación de pupitres y otros mobiliarios a partir de desechos de plástico, principalmente polietileno, el material de las gaveras de refresco. Este proceso de transformación, denominado termodifusión, es un arte meticuloso:

  • Preparación: El material es molido por aliados comerciales, ya que por ahora la fundación no cuenta con una molienda propia, posterior a ese proceso los desechos molidos son separados por color.
  • Elaboración de Láminas: El plástico molido se esparce sobre una bandeja limpiada y untada con jabón líquido para evitar que se pegue el material al molde.
  • Fusión: La bandeja se introduce en un horno a una temperatura crucial, oscilando entre 240°C y 280°C, por un lapso de 45 minutos a 1 hora. Cada plancha debe tener un peso establecido de 7,5 kilogramos. Con esta medida pueden restaurarse dos pupitres.
  • Enfriamiento Vital: Las láminas luego de la fusión en los hornos deben pasar por un proceso de enfriamiento de aproximadamente una hora, debido a que si éste paso no se cumple la lámina podría doblarse si se retira prematuramente.

Cabe destacar, que los cortes de las laminas se hacen con una sierra tradicional de carpintería, pues la prueba con láser demostró que quema el material. Para dar forma a los productos, utilizan un router de corte con fresadora a la medida y moldes específicos.

Un sueño en crecimiento

A pesar de que el proyecto comenzó en noviembre de 2024, la materialización de los pupitres comenzó en junio de 2025 gracias al patrocinio fundamental de la Embajada de Francia, quienes han costeado gastos esenciales como la única plancha con la que disponen actualmente.

A pesar de contar con una sola plancha, la Fundación El Zulia Recicla logra producir cuatro láminas por día, lo que equivale a ocho pupitres diarios.

Para el equipo su principal objetivo no es mantener un monopolio en mobiliarios educativos, al contrario, es mantener y lograr que "cada aula tenga una sala de innovación". El deseo de la arquitecta Grisel Mercadante es poder migrar a la venta directa del producto final para asegurar una sostenibilidad duradera del proyecto.

La Fundación El Zulia Recicla, preserva estas actividades esenciales gracias a una sólida alianza estratégica con el sector privado, que incluye a empresas como Shell de Venezuela, Coca-Cola, Selva y la Embajada de Francia. Este apoyo se materializa mediante financiamiento directo que cubre los gastos operativos, la movilización, el pago de personal y crucialmente, la adquisición de materiales y equipos esenciales como la plancha o la moledora, asegurando así la calidad del trabajo.

En paralelo, la Fundación también está inmersa en el desarrollo de una vital Ordenanza de Residuos Municipales para la ciudad de Maracaibo.

El galpón actual queda pequeño entre tantas recolecciones

Actualmente, el galpón que les sirve como centro de acopio les ha quedado pequeño. En este espacio prestado, clasifican meticulosamente diversos materiales como anime, cartón, papel, plásticos de todo tipo (envases de leche, detergentes, tazas de mantequilla, tapas) e incluso transforman botellones de agua reciclados en viveros .

Esta labor que convierte desechos en bisutería termofundida y hasta jabones artesanales usando aceite que les llega, clama por más espacio. Para seguir creciendo y atendiendo la enorme demanda generada tras un reportaje internacional, la Fundación necesita un espacio de al menos 2.000 metros cuadrados.

La Fundación El Zulia Recicla, no solo transforma basura en mobiliario; está transformando la conciencia de una región, demostrando con cada alumno que es posible reescribir la historia ambiental y social a través de la pasión, la innovación y el amor por el ambiente.

Noticia Al Dia / Arelys Munda

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